El control del contexto y de las disposiciones que permitan garantizar la seguridad es una preocupación esencial para los directivos, por razones de ética, pero también por tratarse de un ámbito en el que la seguridad es una responsabilidad legal.
Con el fin de mejorar la seguridad de las personas y controlar los riesgos tecnológicos,las empresas que se dedican a actividades industriales llevan muchos años estableciendo medidas centradas en la optimización de las instalaciones y de las actividades y en laimplementación de sistemas de gestión de la seguridad. No obstante, comprobamos queactualmente los resultados en materia de seguridad parecen encontrarse en una situación de estancamiento que, para ser superada, requiere tener más en cuenta los factores humanos y organizacionales, más allá de las gestiones y procedimientos técnicos.
Una buena organización permite establecer una planificación satisfactoria y una coherenciaen las acciones, pero la consideración de los factores humanos, sobre todo si se produce desde la concepción de la organización, es esencial para garantizar la pertinencia y la adecuada realización de las acciones.