
Para poder controlar los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en una determinada actividad, en este caso el mantenimiento de las redes de alcantarillado público, es necesario previamente conocerlos y valorarlos con la mayor precisión posible.
Así mismo cuando se trata de implantar una estrategia preventiva en una empresa, resulta igualmente imprescindible el análisis y evaluación de los riesgos para fijar el orden de prioridades en la adopción progresiva de las medidas de prevención para su control.
En esta 1.a parte de la guía se exponen los riesgos más característicos de la actividad y sus orígenes más comunes, clasificados en tres grupos claramente diferenciados tanto por la naturaleza de los daños que pueden provocar, como por el tipo de medidas de prevención que corresponde aplicar.
En el primer grupo se tratan los riesgos por exposición a atmósferas peligrosas, riesgos que por ser generalmente poco conocidos, originan accidentes por sorpresa, a menudo de fatales consecuencias tanto para los propios accidentados como para los compañeros que pretenden socorrerles.
En el segundo grupo se incluyen los riesgos por agentes mecánicos y físicos, también considerados como riesgos generales por ser comunes a múltiples actividades, pero que en nuestro caso normalmente revisten una mayor gravedad debido a las condiciones desfavorables de los lugares en los que se desarrolla el trabajo.
Finalmente en el tercer grupo se contemplan los riesgos por agentes biológicos transmisores de patologías infecciosas, fácilmente presentes en los ámbitos afectados por aguas residuales.
Fuente: Osalan