
Hoy en día, en la sociedad que vivimos, se nos haría muy complicado no hacer uso de infinidad de productos considerados peligrosos. Sería impensable, que por su carácter peligroso, no utilizáramos en el día a día algo tan cotidiano y esencial como la lejía, ya que nos ayuda a limpiar y desinfectar tanto en el entorno doméstico como en el industrial. Y así, podríamos hablar de un sinfín de materiales: adhesivos, cosméticos, detergentes, fitosanitarios y abonos, hidrocarburos….
Tal vez, la mayoría de nosotros, no seamos conscientes del uso tan generalizado de las llamadas “mercancías peligrosas (MMPP)” y de la importancia de su uso infinidad de procesos cotidianos. Sin embargo, como su propio nombre indica, se trata de materiales y productos que presentan un riesgo para la salud y la seguridad de las personas, o que pueden producir algún impacto negativo sobre el medio ambiente. Es por ello que la manipulación de estas mercancías peligrosas, una vez fabricadas, requiere que se extremen las precauciones tanto en la carga, como en la descarga, embalado y transporte.
En este postprofundizamos en las principales características de la normativa que regula su uso.