Partimos de que hay muchos tipos de Cenas de Navidad pero sí que las podíamos dividir en dos: las “oficiales” organizadas directamente por la empresa en la que esta dispone de un lugar para celebrarla y por otra parte las “extraoficiales” que se dan entre grupos de compañeros de trabajo.
Vamos a las primeras de ellas.
Hoy se habla mucho de Planes de Movilidad y Seguridad Vial, ¿debería tenerse en cuenta en estos Planes la organización de estos tipo de eventos?
Teniendo en cuenta que un Plan de Movilidad y Seguridad Vial debe contemplar:
- El compromiso de la empresa para reducir la siniestralidad laboral vial
- La organización de la gestión de la movilidad y la seguridad vial en la empresa
- El sistema de información sobre la movilidad y los accidentes viales en la empresa
- Una evaluación de los riesgos de la empresa
- Las medidas de prevención de riesgos
- Un sistema de evaluación y seguimiento
Parece que si la empresa tiene un compromiso por reducir la siniestralidad laboral vial, también debería ocuparse del desplazamiento que deban realizar sus empleados para asistir a un evento organizado por la empresa.
La jurisprudencia ha ido ampliando el concepto de accidente “in itinere”, ampliando la consideración más allá del trayecto de casa al trabajo o viceversa, incluyendo también actividades organizadas por la empresa fuera del lugar habitual de trabajo.
Hay una serie de matices a tener en cuenta que amplían la consideración de “evento laboral” como puedan ser el hecho de que la empresa invite oficialmente a la plantilla, se realice algún tipo de discurso por parte de los directivos de la compañía, que se modifique la jornada laboral para facilitar la asistencia o incluso que la empresa de algún tipo de obsequio a los asistentes.
En este sentido la empresa debería hacer que la movilidad fuese más segura, facilitando rutas de autobuses por ejemplo si se trata de un colectivo grande, previendo posibles problemas de aparcamiento o congestión y concienciando acerca de otros factores como pueda ser el consumo de alcohol, algo típico en estas fiestas.
En definitiva se trata de que la cena, comida o cocktail de Navidad del trabajo, además de ser un rato agradable para compartir con los compañeros no suponga una exposición extra al riesgo de accidente de tráfico.
En estas ocasiones se dan algunas circunstancias, aparte del consumo de alcohol, que pueden agravar el riesgo, como por ejemplo la climatología o el desconocimiento de trayectos, o sencillamente el hecho de que hay personas que únicamente utilizan el coche en circunstancias especiales, y esta es una de ellas.
Existen muchas alternativas, ya conocidas como el transporte público o compartir coche y que el conductor no consuma alcohol, pero todas dependen de cada uno de nosotros.
En estas fechas, extrema la precaución al volante. Tenlo en cuenta y ¡Feliz Navidad!