Una evaluación de riesgos de carácter psicosocial en el lugar de trabajo puede ser necesaria a partir de diferentes situaciones; algunas de ellas son las siguientes:
- Como parte integrante de la evaluación inicial de riesgos. La evaluación inicial de los riesgos es la que se produce en el momento de la aplicación por primera vez de la nueva normativa de prevención de riesgos laborales, o cuando se crea un centro de trabajo o parte de él.
- Cuando se produce una variación de las condiciones de trabajo o siempre que vaya a introducirse una innovación en el lugar de trabajo un nuevo proceso de producción, nuevos equipos materiales o humanos, modificación de la organización del trabajo, etc. que pueda alterar significativamente la situación actual.
- Habida cuenta de posibles requisitos legales, querer detectar los posibles riesgos psicosociales existentes a fin de establecer medidas de mejora de la salud y seguridad de los trabajadores.
- A partir de la constatación de una serie de «anomalías» o disfunciones que hagan sospechar que existen problemas de índole psicosocial. Por ejemplo, un cúmulo de quejas, un absentismo elevado, una baja productividad, etc.; situación que puede darse en una sección o departamento determinado de la empresa o puede tener un carácter más amplio.
- Como consecuencia de una evaluación general de riesgos anterior, querer evaluar de forma más específica determina- das actividades, grupos de trabajo o riesgos específicos.
- Comprobación de que las medidas preventivas existentes son las adecuadas. Por ejemplo, comprobación de la idoneidad de las acciones llevadas a cabo tras una evaluación general de riesgos, etc.
