Autor:
A. Costa Tavares – Ayuntamiento de Cascais – Departamento de Recursos Humanos – Lisboa – Portugal
“La clave para tomar buenas decisiones personales es escuchar tus sentimientos”
Daniel Goleman
Actualmente hablar de inteligencia emocional es retratar en una dimensión más profunda y reflexiva, nuestra existencia como seres humanos racionales pero … con emociones cuya dimensión va mucho más allá de la razón o lógica que imperaba en el formato milenial de estudiantes y profesionales de las más variadas profesiones y el conocimiento más diferenciado.
En este artículo, donde se aborda el tema de las habilidades relacionales y emocionales de los técnicos en seguridad y salud ocupacional, sería casi incongruente no hablar de la dimensión llamada inteligencia emocional, cuando al fin y al cabo queremos que los mismos profesionales se involucren cada vez más en el proceso de interacción con sus compañeros y / o empleados de la organización. No debemos olvidar que la inteligencia emocional combina aspectos intrapersonales (nuestra relación con el “yo”) con aspectos interpersonales (nuestras relaciones con los demás elementos de la organización donde operamos). Las habilidades relacionales en este caso apelan constantemente a la capacidad de empatía y asertividad de los profesionales de la seguridad y salud ocupacional como actores facilitadores entre los empleados y la estructura organizacional.
Esta dimensión engloba tres habilidades:
- Reconocimiento (reconocer conscientemente nuestras emociones y saber identificar nuestros más variados sentimientos);
- Comprensión (saber interpretar mejor nuestros sentimientos y los consiguientes cambios emocionales);
- Regulación (tener la capacidad de gestionar el equilibrio entre las emociones que percibimos como negativas y positivas de forma eficaz).
Definición de inteligencia emocional
Entre las diversas definiciones de inteligencia emocional, podemos definirla como la capacidad de reconocer y percibir nuestros sentimientos, así como los de los demás, para motivarnos y afrontar adecuadamente nuestras emociones y relaciones interpersonales, para saber cómo afrontarlas mejor. con nuestros miedos, nuestras incertidumbres, nuestros niveles de ansiedad e inseguridad, entre otras variables emocionales.
Los técnicos en Seguridad y Salud Laboral – Habilidades emocionales
Los técnicos en seguridad y salud laboral deben tener, además de las habilidades técnicas inherentes a su formación técnico-científica, habilidades relacionales, es decir, las relacionadas con el acercamiento emocional a los empleados de la organización, es decir, la dimensión empática (capacidad de ponernos en el lugar adecuado). del otro (s) y comprender cómo se sienten los demás, como dice Daniel Goleman “La clave para tomar buenas decisiones personales es escuchar los sentimientos”), comprensión emocional (que permite identificar los motivos de las propias emociones, así como los de sus interlocutores – permitiendo desarrollar un ambiente armónico y equilibrado y, al mismo tiempo, mantener los niveles de desempeño y desempeño de manera productiva (ya sea con ideas o resultados) y autorregulación emocional (saber lidiar con situaciones de presión, estrés, evitar sentimientos no deseados, manejar pequeños focos de conflicto (aquellos con mayor impacto requieren apoyo profesional en el campo de la psicología) y estimular las emociones adecuadas a cada contexto laboral.
Las cinco competencias básicas del manejo emocional
Como se mencionó anteriormente, las diversas dimensiones de la inteligencia emocional están básicamente plasmadas en cinco niveles o niveles si así lo elegimos, y corresponden a las características que creemos que deben tener los técnicos en seguridad y salud en el trabajo, insertados en una organización multidisciplinar, conviviendo con diversas tendencias, diversas personalidades, creencias, ideologías y diferentes religiones, en una complejidad orgánica que exige una intervención sistémica, con énfasis en las dinámicas conductuales y relacionales, es decir, apostando por el autoconocimiento del ser, por su control emocional y por una buena relación interpersonal, guiando, ayudando e integrar a los distintos agentes implicados en el proceso laboral. A saber:
- Autoconocimiento emocional: conocimiento que tenemos sobre nosotros mismos, incluido el manejo de nuestros sentimientos, nuestro proceso intuitivo y nuestra autoconciencia. El conocimiento más profundo de nuestras fortalezas y debilidades permite una autorreflexión de nuestro potencial, como técnicos y empleados de seguridad y salud en la organización. Diríamos que es una georreferenciación de nuestro status quo como individuo;
- Manejo emocional: capacidad para manejar y organizar nuestras emociones, guiándolas de manera casual y asertiva en el contexto del contexto en el que vivimos e interactuamos;
- Automotivación: canalizar internamente nuestro proceso emocional hacia la consecución de nuestros objetivos y metas preestablecidos, es decir, poder orientarlos para que sean útiles, al servicio de la organización y de nuestros compañeros y colaboradores, en el ámbito de políticas y objetivos de salud y seguridad ocupacional;
- Empatía y asertividad: si la primera consiste en la capacidad de reconocer las emociones de nuestro interlocutor y posicionarnos en su lugar, la segunda se basa en cómo nos gustaría que el conocimiento se aplicara en la práctica con los resultados que queremos, reforzando la cultura de seguridad intrínseca y coexistiendo simultáneamente en un marco relacional con pocos focos de conflicto organizacional (estos siempre son negativos);
- Relación personal: tener la capacidad, a través de la empatía, de promover una relación efectiva en la estructura organizacional con el fin de mitigar incidentes críticos en el camino con una gestión emocional escalonada y equilibrada, permitiendo así la base de una dinámica interpersonal enfocada en la proactividad y el logro de metas. (empleados y organización).
Se ha demostrado que estos cinco enfoques contribuyen a mejorar la salud física, mental y emocional del individuo, favorecen la automotivación para el desempeño socioprofesional y permiten un mejor desarrollo del índice de relaciones personales, tanto a nivel profesional como social.
En conclusión…..
Como conclusión de los cinco vectores mencionados anteriormente, los técnicos en seguridad y salud ocupacional pueden y deben desarrollar comportamientos basados en la estructura socioemocional, con énfasis en, entre otros:
- Conocer y motivar a los demás para trabajar en equipo teniendo en cuenta las contingencias de todos y cada uno de los equipos de trabajo;
- Desarrollar estrategias de liderazgo asertivo;
- Pensar y actuar en una cultura de prevención a todos los niveles (informar, sensibilizar, alertar, capacitar, monitorear y retroalimentar continuamente las sugerencias y / o críticas de los empleados;
- Saber actuar en diferentes situaciones, adaptándose a las condiciones contextuales y culturales que resulten;
- Ser capaz de trabajar mejor bajo presión organizacional y niveles de estrés y más allá;
- Tener mayor capacidad crítica de manera proactiva, como resultado de una mayor y mejor información y clarificación de derechos, deberes y obligaciones, en materia de seguridad y salud en el trabajo;
- Sin duda, estar más calificado para el personal de resiliencia desde una perspectiva de conciencia organizacional;
- Vincularse a la cultura organizacional con pasión pero también con racionalidad equilibrada.
La tarea fundamental de los líderes es instalar buenos sentimientos en quienes dirigen.
Daniel Goleman
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