
Si algo tenemos grabado a fuego los prevencionistas es sin duda el articulo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que establece cuales son los principios que deben regir cualquier actividad preventiva.

Principios de la actividad preventiva. Art. 15 Ley 31/95
Estoy convencida de que todos en mayor o menor medida podríamos ampliar esa “lista” de principios que refiere la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y esa es la intención de este post. Por mi parte yo empezaría la ampliación añadiendo que para la adopción de las medidas de prevención y protección de la seguridad y salud de los trabajadores debiera aplicarse la empatía en toda la extensión de la palabra.
La empatía en las acepciones dadas por la RAE (Real Academia Española) se define como:
“Sentimiento de identificación con algo o alguien”. “Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.”
La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Casi siempre que se habla de empatía se hace referencia a sentimientos, emociones. Cuando hablamos de PRL, además de hacer referencia a eso, a sentimientos, emociones, yo también me refiero a ponernos “físicamente” en el lugar del otro o al menos a imaginarlo.
Este ejercicio, de ponerse en el lugar del otro, debería ser obligado que se realizar por todos los que de una u otra forma tienen que ver en la adopción y establecimiento de medidas de prevención y protección de la seguridad y salud de los trabajadores. A saber:
- Directivos
- Mandos
- Técnicos de Prevención
- Técnicos y/o Ingenieros de procesos, de producción, de diseño de instalaciones, máquinas, equipos…
¿No creéis que si hiciéramos este ejercicio cobrarían mayor sentido otros principios preventivos como anteponer la protección colectiva a la individual o se combatirían los riesgos en origen?
En mi opinión creo que ponernos en el lugar del otro supondría un cambio en los criterios que se tienen en cuenta a la hora de adoptar medidas preventivas o de protección, anteponiendo los criterios de seguridad, salud y bienestar de los trabajadores a otros criterios como los productivos, los organizativos o los económicos.
Imaginemos un trabajador que ha de trabajar en un espacio confinado, un lugar de difícil acceso, escasa o nula ventilación, donde debe realizar unos trabajos de soldadura. El trabajador además de ropa de trabajo debe llevar casco de seguridad, botas de seguridad, equipo de respiración autónomo, medidor de gases, equipo de soldadura, guantes de protección.. Para entrar al recinto, ha tenido que acceder por una estrecha abertura, bajar por una escalera, atravesar un conducto angosto… Deberá pasar unas horas de su jornada en una postura forzada…
Muchos dirán; bueno es su trabajo. Dispone de las herramientas, equipos necesarios, ha recibido la información y formación necesaria… Sé que es difícil y no parece muy viable llevar a la práctica esta cuestión y menos físicamente, pero cuando menos deberíamos detenernos a observar, a adquirir consciencia plena de los elementos que integran el puesto, tareas, equipos, EPIs, instrucciones, etc. e imaginarnos en ese puesto de trabajo.
La empatía además no sólo la debemos aplicar en el establecimiento de las medidas de prevención y protección, sino que podemos y debemos aplicarla en otras actividades preventivas como por ejemplo la formación en seguridad y salud laboral, las reuniones del Comité de Seguridad y Salud, las inspecciones, las observaciones preventivas…De esa forma, es muy probable que consigamos mejorar los niveles de prevención y protección al escuchar activamente lo que los demás tienen que decir (trabajadores, mandos, directivos, técnicos…) y conocer puntos de vista diferentes. Actuar en prevención con empatía también podrá ayudarnos a comprender mejor los motivos por los que se actúa de una u otra forma (conductas de riesgo, percepción del riesgo..).
Beneficios de aplicar la empatía en la PRL

Beneficios de aplicar la empatía a la PRL
Si bien es cierto que hay personas con mayor o capacidad de empatía, ésta puede desarrollarse y en mi opinión es especialmente importante desarrollarla en los entornos laborales en general y en el ámbito de la prevención en particular.
¿No os parece que son precisamente estas capacidades y competencias (empatía, habilidades de comunicación…) las grandes olvidadas en la formación y cualificación de los Técnicos de Prevención? Los conocimientos técnicos en prevención son necesarios, pero trabajar y desarrollar estas competencias también.
“Camina un rato con mis zapatos” Proverbio indio.
¿Aplicáis la empatía en vuestras actuaciones preventivas? ¿Creéis que “otro gallo cantaría” en materia de prevención?. Os animo a enriquecer esta entrada con vuestros comentarios, reflexiones y experiencias y a compartirlo si os ha parecido interesante.
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