Autor: Rafael Reyes Moreno. Consultor de Prevención de Fraternidad Muprespa. Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales. Máster en prevención de riesgos laborales en Seguridad, Higiene, Ergonomía y Psicosociología. Licenciado en Ciencias Biológicas.
El contagio por aerosoles cuando llega la vacuna
Llevamos meses observando la polémica referente a las vías de transmisión de la COVID-19, asociada a la vía aérea por aerosoles. Finalmente en España, a raíz de los últimos documentos científico-técnicos del Ministerio de Sanidad, publicados en noviembre del pasado 2020, se puede establecer, aunque sea por un principio de prudencia, que la vía aérea es una vía de transmisión del SARS –CoV-2.
A partir de este reconocimiento de la vía de transmisión aérea, ¿qué marco normativo obligaría a tomar medidas concretas?
Actualmente tenemos como referencia el Procedimiento de actuación para los servicios de prevención de riesgos laborales frente a SARS-CoV-2. Este documento, dependiente del Ministerio de Sanidad, es el que ha articulado las actuaciones preventivas que debían realizar las empresas y servicios de prevención frente a la COVID-19 desde el inicio de la pandemia.
En la última revisión de este procedimiento, el pasado 21 de diciembre, se incluyen una serie de modificaciones en el área de protección colectiva e individual que debe implantar la empresa, vinculadas al riesgo de contagio de vía aérea. En concreto se indica:
- Apartado 3.2. Medidas de protección colectiva: Asegurar una correcta ventilación de los lugares de trabajo y espacios interiores.
Por primera vez desde las 11 versiones anteriores de este documento, se hace una mención expresa a la necesidad del control de la ventilación de zonas interiores de trabajo.
- Apartado 3.3. Medidas de protección personal: En los centros sanitarios y sociosanitarios la aplicación de las precauciones estándar, ampliadas con las precauciones para evitar la transmisión respiratoria (gotas y aérea) y de contacto en función de la tarea pueden ser importantes medidas de prevención para controlar la trasmisión.
Como vemos, en las medidas de protección personal en caso de centros sanitarios y sociosanitarios también por primera vez se hace una mención expresa de la necesidad de hacer una protección específica para las dos vías de transmisión, para el riesgo de gotas, y aérea (aerosoles).
Por tanto, hemos visto que se ha aprobado la vía aérea como vía de transmisión y que el procedimiento de actuación para servicios de prevención insta a que se tomen medidas de control de ventilación de interiores. Siendo así, ¿cómo evaluamos el riesgo y las medidas que se deben implantar?
El propio procedimiento, vincula la medida de protección colectiva Asegurar una correcta ventilación de los lugares de trabajo y espacios interiores a dos documentos del Ministerio de Sanidad, que ya habían sido publicados anteriormente como documentos técnicos de consulta.
Los documentos aquí mencionados son:
Adaptaciones en la gestión preventiva para minimizar el riesgo de contagio por aerosoles
Las medidas que sería aconsejable implantar deberían incluir:
- Revisión del plan formativo e informativo que hasta la fecha ha realizado la empresa hacia los trabajadores en materia de COVID-19, incluyendo referencias al concepto de aerosol, cómo se transmite, y las medidas preventivas implantadas.
El procedimiento de actuación para servicios de prevención, en su primer apartado de CUESTIONES GENERALES, dice de forma concreta: “Se debe garantizar que todo el personal cuenta con una información y formación específica y actualizada sobre las medidas específicas que se implanten. Es importante subrayar la importancia de ir adaptando la información y la formación en función de las medidas que vaya actualizando el Ministerio de Sanidad”
El hecho del reconocimiento de una vía de transmisión se debe considerar lo suficientemente importante, por las repercusiones que supone, para que haga necesaria esta adaptación de la formación e información ya impartida a los trabajadores.
- Revisión de la evaluación de riesgos laborales / evaluación específica de riesgo biológico y planificación preventiva / plan de contingencia que tenga elaborada la empresa, para introducir los factores de riesgo que puede tener asociados a la transmisión por aerosoles, y las medidas de prevención que se pueden implantar para su control, empleando como referencia el documento del Ministerio de Sanidad para la evaluación del riesgo de transmisión de Sars-CoV-2 mediante aerosoles.
Las medidas preventivas planteadas en dicho documento, se estructuran en dos bloques:
Actuaciones dependientes de la persona/ control del foco de emisión:
- Uso de mascarilla: Uso en interiores de forma continua, bien ajustada, independientemente de la distancia de seguridad establecida con respecto a otros trabajadores o clientes.
- Reducción de emisión de aerosoles por personas:
- Incentivar el silencio en zonas donde la conversación no es imprescindible para el trabajo, como transporte público, salas de espera, etc.
- Limitar ruidos de fondo, como música o similar, ya que obligan a aumentar el volumen de voz en las conversaciones.
- Aumento de distancia y disminución de tiempos de exposición:
- Cumplimiento de distancias de seguridad
- Limitar tiempos en interiores
- Limitaciones de aforos.
- Priorizar exteriores
Actuaciones sobre medios de transmisión:
- Priorizar ventilación natural o forzada:
Se aconseja una tasa de ventilación de 12.5 litros por segundo y persona, que corresponde aproximadamente a una tasa de 5-6 ACH (renovaciones de aire por hora).
Esto se consigue aumentando los niveles de ventilación natural, abriendo puertas y ventanas y facilitando ventilación cruzada de las estancias, o con ventilación forzada (mecánica). En el caso de la ventilación forzada se ha de disminuir lo máximo posible la recirculación de aire.
En situaciones de alta transmisión comunitaria de COVID-19, es prioritaria la ventilación antes que el cumplimiento de las condiciones ambientales, como son la temperatura y humedad. Es importante valorar este punto en centros como colegios y transporte público.
El control de renovaciones de aire, se puede realizar mediante concentraciones de CO2 interior. Los umbrales de referencia que se suelen emplear rondan los 800 – 1000 ppm en interiores.
Se deben emplear equipos de medición de CO2 de tecnología de infrarrojos no dispersivos (por su denominación en inglés, NDIR), y deben ser equipos calibrados/ verificados por profesionales cualificados.
- Reducir aire recirculado:
En instalaciones de climatización, se priorizará la entrada de aire exterior reduciendo al máximo el aire recirculado.
- Control de transporte de bioaerosoles:
Evitar corrientes de aire que faciliten el movimiento entre estancias de estos aerosoles que ha podido generar la respiración de los ocupantes.
- Regulación de temperatura y humedad:
Se aconseja que la temperatura esté por encima de 21ºC y humedad relativa en torno a 40-60%
Empleo de equipos de filtrado incorporados en los sistemas de climatización. Si el sistema de climatización recircula el aire, el filtro debería ir situado en el circuito de aire de recirculación. En ese caso, se recomienda que el filtro de aire sea de la categoría más elevada posible siempre y cuando no reduzca el caudal de aire que impulsa el ventilador.
Uso de purificadores:
En los casos en que no es posible ventilación natural o mecánica, se puede plantear el uso de sistemas de filtrado del aire portátiles o purificadores de aire con filtros HEPA.
- Inactivación de patógenos:
Solo en casos donde no ha sido posible incorporar medidas planteadas anteriormente, se puede estudiar la incorporación de tecnologías germicidas, como UV-C.
Estos equipos se incorporan en los sistemas de la ventilación mecanizada o bien en el espacio interior especialmente en el entorno hospitalario, laboratorios de microbiología, etc.
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