Desde el 11 de Marzo del año 2020, cuando la OMS declaró la pandemia por el Covid-19, el mundo del trabajo ha sufrido drásticos cambios en su desarrollo: Por citar un ejemplo, en América Latina el teletrabajo creció en niveles de entre 20% y 30%, alcanzando la cifra de 23 millones de tele trabajadores según la OIT (Pre pandemia, el porcentaje era del 3%).
Esto nos obliga a vigilar de cerca el cuidado de la salud mental, que viene de la mano con el manejo frente a los Riesgos Psicosociales. Según el INSST, dichos riesgos se encuentran conformados por la interacción resultante entre las condiciones laborales y el factor humano:

Así, estos factores pueden influenciar al individuo de distintas maneras (Generando estrés, Burnout, Mobbing, etc) y en condiciones muy variadas (Sobrecarga de trabajo, nula relación con pares y superiores, Doble presencia laboral y doméstica, etc).
De esta forma, pasaremos a repasar 3 estudios que se han realizado en lo que va de este año 2021, donde se analizan distintos aspectos sobre la salud mental de los trabajadores que se desempeñan bajo la sombra de la pandemia.
Estudio 1: La Salud Psicológica y la estigmatización
Para empezar, me gustaría comenzar con una encuesta hecha por la firma OnePoll, de la cual participaron 2,000 trabajadores adultos, dando su punto de vista sobre la relevancia que tiene la salud mental. Desde que comenzó la pandemia, la encuesta afirma que el 57% de los encuestados empezó a darle mayor prioridad a la salud mental. Sin embargo, una de sus conclusiones es completamente desoladora:
“Casi 3 de cada 5 trabajadores afirman que sigue existiendo un estigma en torno a la búsqueda de ayuda para un problema de salud mental en los lugares de trabajo.”
Desde ya, esto nos muestra que la salud mental no logra todavía alcanzar el reconocimiento que merece, a pesar de los efectos de la pandemia. Sobre todo cuando analizamos otros dos datos adicionales: el 62% afirma que sus superiores los juzgarían si requirieran tiempo para tratar problemas de salud mental y el 54% sostiene que problemas sobre salud mental no son razones suficientes para ausentarse al trabajo.
Estudio 2: El Burnout avanzó este 2021.
Antes de desarrollar el estudio, es pertinente definir al Burnout, ya que se lo suele confundir con el Estrés. En primera instancia, el hecho de que se lo catalogue como “Síndrome” incluye la siguiente definición que brinda la INSHT:
“…una serie de síntomas y signos que existen a un tiempo y definen clínicamente un estado determinado.”
A partir de acá, podemos pasar a definir apropiadamente al Burnout, de la mano de la misma institución:
“…una respuesta al estrés laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado.”
Como podemos apreciar, el Burnout se diferencia del Estrés Laboral al ser una respuesta a este.
Ya adentrándonos en el respectivo estudio, una encuesta a 3,800 trabajadores por parte de la firma Robert Half dio a conocer que el 40% de los encuestados se encuentra más “quemado” que un año atrás. Casi la mitad de los encuestados aduce encontrarse más estresados y fatigados debido a mayores cargar laborales que se les ha asignado, produciendo un mayor deseo por desconectarse o al menos, tener una combinación de vacaciones con trabajo.
Lo que gusta destacar de este estudio, es la acotación del senior ejecutivo de la firma Paul McDonald:
“Los directivos pueden fomentar una cultura favorable a las vacaciones tomándose ellos mismos tiempo libre y desconectando todo lo posible cuando lo hacen. Planificar las ausencias del personal… también puede ayudar a aliviar la ansiedad de la gente por faltar al trabajo, minimizar las interrupciones y garantizar la productividad continua.”
Estudio 3: El estrés y el divague laboral.
Al igual que con el Burnout, el Estrés Laboral también debe definirse correctamente, me apoyaré en la definición que brinda la INSST:
“…un estado que se acompaña de quejas o disfunciones físicas, psicológicas o sociales y que es resultado de la incapacidad de los individuos de estar a la altura de las exigencias o las expectativas puestas en ellos.”
Este último estudio que tomó a 225,000 participantes de 44 países y 15 industrias distintas, divulgado por la revista Safety+Health, concluye que los empleados estresados pueden llegar a divagar hasta el 60% de la jornada de trabajo. Esto difiere ampliamente de aquellos que no lo están, aduciendo porcentajes de entre 20% y 35% de divague. Además, los investigadores concluyen que el estrés, no solo incentiva el divague, sino que también aumenta de entre dos o tres veces la falta de atención.
Como respuesta, el estudio apunta a 3 soluciones:
- Entrenamientos Mentales: La idea es lograr mayor sentido de resiliencia y solidez emocional, pudiendo llevar el divague laboral del 52% al 28%.
- Relaciones Sociales: Esto ayuda a los trabajadores a reducir el divague de un 48% al 30%.
- Descanso Nocturno: Dormir menos de 6 horas puede producir hasta un 41% de divague, pudiendo reducirse al 35%.

Conclusiones
Es lógico pensar que la realidad con respecto al impacto generado por la pandemia a nuestra salud mental puede resultar más compleja, y que se podrían incluir muchos estudios adicionales en este artículo. Estos tres estudios que seleccioné nos dan un panorama, un pantallazo de lo que me gustaría cerrar para concluir este artículo y definir lo que viene siendo este casi año y medio de pandemia: un verdadero desafío para el cuidado y trabajo por la salud mental de las personas.
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