En verano, aunque no viajemos muy lejos o incluso si nos quedamos en casa, también podemos tener problemas intestinales provocados por las temperaturas elevadas, los cambios en la alimentación, las aguas de procedencia dudosa y cierta relajación en las prácticas de manipulación de los alimentos.
Así que conviene tener en cuenta las cuatro normas básicas de higiene: limpiar, separar, cocer y enfriar. Esto nos ayudará a evitar toxiinfecciones alimentarias.
Picnics en el campo o en la playa, barbacoas, etc… son costumbres que emergen con la llegada del calor. Pero de la misma manera que aumentan las temperaturas, también lo hace la actividad de las bacterias.
Os dejamos con unos buenos consejos para actuar de forma adecuada y evitar posibles incidentes, pudiendo disfrutar de los alimentos en un entorno agradable, pero sin correr riesgos para nuestra salud.
Alerta con la temperatura:
- Conservar los alimentos que requieran frío en neveras portátiles, con bolsas refrigerantes o cubitos protegidos para que no derramen agua. Recordar que los cubitos sólo sirven para mantener y no para enfriar. Una vez que se deshacen, el alimento deja de ser seguro.
- Los alimentos a guardar en la nevera portátil, tienen que enfriarse previamente en el refrigerador.
- Durante el viaje pondremos la nevera en el lugar más fresco del vehículo.
- Una vez estemos en el lugar del picnic, sacamos lo antes posible la nevera del vehículo y la dejamos en la sombra.
- No abramos la nevera si no es necesario; cada vez que lo hacemos, perdemos frío del interior.
Evitar contaminaciones:
- Hay que lavarse las manos antes de empezar a preparar los alimentos. Cuando no sea posible, las toallitas húmedas o los desinfectantes sin agua son una buena opción.
- A la hora de guardar los alimentos en los envases, hay que separar los productos crudos de los productos cocidos para evitar la contaminación cruzada.
- Si algún envase tiene alimentos crudos que puedan gotear, hay que ponerlos en el fondo de la nevera para evitar que se desprendan líquidos que puedan contaminar el resto de alimentos.
- Si llevamos vegetales crudos o fruta, conviene haberla lavado previamente en casa, antes de salir.
- Si vamos a hacer una barbacoa, no mezclaremos la carne cruda con la cocida, esperamos a que toda esté cocida, para volver a llenar la parrilla. Y por supuesto no pongamos la carne cocida en la misma bandeja en la que antes había la cruda, ni utilicemos los mismos enseres para ambas.
- Hay que pensar en que se necessita tiempo para preparar las brasas y que la carne quede debidamente cocinada. No podemos asarla con la llama directamente, quedaría quemada por fuera y cruda por dentro, no debe soltar líquidos sanguinolentos, ni estar extremadamente abrasada.
Especial cuidado con el huevo:
- Si llevamos postres lácteos o hechos con huevo (flanes, natas, tiramisú, crema, etc.), los tendremos en la nevera de casa hasta el último momento.
- Las tortillas, quiches y otros platos cocinados con huevo, son un medio idóneo para el crecimiento de bacterias si se dejan a temperatura ambiente. Como máximo se pueden mantener así unas 2 horas, luego inmediatamente deben ponerse en refrigeración.
- Al cocinarlo, conviene cuajar bien el huevo, para asegurarnos que se ha llegado a la temperatura de 75ºC.
- Evitar preparar salsas que lleven huevo. En caso de ser inevitable, se deben consumir al momento y no se tienen que conservar para días posteriores. Si añadimos unas gotas de vinagre o de limón, mejorará su conservación. Otra opción, son las salsas comerciales, las cuáles han recibido un tratamiento de esterilización que garantiza la salubridad. Hay que mantenerlas en el refrigerador hasta el momento de ser consumidas.
Potabilidad del agua:
- Si pasamos mucho rato al sol, es importante estar bien hidratados y beber sobretodo agua.
- Si hay una fuente, nos tenemos que asegurar que el agua sea potable. No confundamos agua limpia (no tiene por qué ser apta para el consumo) con agua potable.
- Ante la duda, vale más traerla de casa.