CONTENIDOS
Los contenidos seleccionados son relativos al principal rol vial de las personas mayores y los riesgos relacionados con él: peatones. Entre otros, se incide en cómo:
➜ Caminar por la calle, sortear obstáculos, pararse a descansar o a hablar de forma segura, usar el móvil mientras se camina, caminar con ayudas, con otras personas mayores, caminar con menores.
➜ Compartir las vías con vehículos tradicionales y, especialmente, con bicis y patinetes.
➜ Caminar por vías interurbanas: arcenes estrechos y con vegetación, alta velocidad a la que transitan los vehículos.
➜ Subir y bajar bordillos, escalones, peldaños.
➜ Cruzar por pasos regulados -por marcas viales, semáforos o agentes del tráfico- y por pasos sin regular, incluido el cruce de travesías.
➜ Orientarse, identificar calles, rutas.
➜ Reconocer señales.
ENVEJECIMIENTO, MOVILIDAD Y SINIESTRALIDAD
La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento saludable y activo como un proceso de desarrollo y mantenimiento de la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez, optimizando las oportunidades de salud, participación y seguridad para mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
En este marco, la movilidad es un aspecto clave para el envejecimiento activo, la salud y la calidad de vida de las personas mayores; uno de los pilares del bienestar físico y psicosocial de la persona que implica, también, una mayor exposición al riesgo vial: en la década 2009-2019 la tasa de personas fallecidas en accidentes viales que menos se ha reducido es la de más de 65 años.
Por lo que respecta a la accidentalidad de este colectivo, conviene destacar que los mayores de 64 años representan el 19,6% de la población española, el 16,5% del censo de conductores y el 26% de los fallecidos en accidente de tráfico.
El patrón de accidentalidad es diferente en función de la vía en la que se haya producido el siniestro. En interurbanas las personas de 65 años y más fallecieron como conductores y en las vías urbanas como peatones.