
Según estimaciones publicadas por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2,78 millones de trabajadores mueren cada año por accidentes del trabajo o enfermedades profesionales, mientras que 374 millones de trabajadores sufren accidentes de trabajo. Los días de trabajo perdidos representan cerca del 4% del PIB mundial (OIT, 2019).
Se determina que 7.500 personas mueren cada día por condiciones de trabajo inseguras, de las cuales 1.000 mueren por accidentes laborales y otras 6.500 mueren por enfermedades profesionales (OIT, 2019).
La inversión en el fortalecimiento de los sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo es la clave para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 (Vessuri, 2016) especialmente el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 8: promover el trabajo decente y el crecimiento económico sostenido, meta 8.8: proteger los derechos laborales y crear un entorno laboral seguro para todos los trabajadores.
Los accidentes y enfermedades profesionales tienen un impacto significativo en la salud física & mental a corto y largo plazo. Además, para las empresas, pueden afectar la productividad, provocar la interrupción de los procesos productivos, reducir la competitividad, y tener un impacto en la economía y la sociedad en general.
El impacto económico que surge a raíz de una alta accidentabilidad depende del capital que ésta genere, ya quepara una compañía con un capital limitado, una responsabilidad patronal podría significar el cierre de la compañía, mientras que por lo contrario una compañía con un capital elevado, se vería afectada por el daño a su reputación y esto impactaría en las acciones de la compañía y los ingresos que esta genere posterior a la ocurrencia de un accidente.
En las plantas de producción existe una alta interacción hombre – máquina ya sea durante el proceso de producción, almacenamiento y distribución; la operación de las máquinas requiere una constante supervisión e intervención de los operadores durante el mantenimiento, calibración o cambios de presentación en las líneas de producción.
Los operadores están expuestos a diferentes tipos de riesgos mecánicos, debido a la permanente interacción con mecanismos en movimiento, al momento de estar operando una máquina, por lo que comprometen así una de las partes más importantes del cuerpo como son sus manos. La exposición a estos riesgos puede causar lesiones como contusiones y laceraciones llegando como punto extremo a una amputación, lo que recaería en una incapacidad, dejando secuelas físicas como psicosociales tanto para el trabajador como para su entorno familiar y social.
Un control operacional deficiente añadido al factor humano es una de las principales causas para que se omitan aspectos relevantes para la prevención de accidentes, otro factor importante es la falta de planificación al no integrar al departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) en los proyectos de mejora de la compañía, para poder así aplicar controles de ingeniería desde la etapa de diseño de la máquina.
Entre los factores relacionados a la persona se encuentra:
- Deficientes procesos de selección de personal.
- Enfoque por solo producir y minimizar tiempos perdidos a pesar de presentar fallas en máquinas.
- Falta de inspección y mantenimiento de dispositivos de seguridad.
- Falta de capacitación a los operadores de líneas de producción.
- Incumplimiento de procedimientos de trabajo.

La evaluación de riesgos es la base de la gestión activa de la SST. Está dirigida por la alta dirección y forma parte de la gestión integral de riesgos. En la que todos los niveles de la organización han participado y asumido compromisos.
La organización debe poder determinar si las medidas de control existentes son suficientes o necesitan reforzarse. Al requieren nuevas medidas de control, la prioridad debe determinarse con el principio de eliminación de peligros y reducción de riesgos de acuerdo con el nivel de medidas de control (ISO, 45001:2018).
Todas las máquinas tienen puntos de peligro, por lo que existe la necesidad de establecer protecciones que impidan el contacto con las personas, para prevenir así lesiones graves. Existen muchas actividades que demandan que los operadores interactúen frecuentemente con partes peligrosas, esto origina la necesidad de validar la efectividad de dichas protecciones como parte de la mejora continua de las medidas de preventivas de control.
Según lo indicado en la meta 8.8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Proteger los derechos laborales y promover un entorno de trabajo seguro y sin riesgos para todos los trabajadores, es fundamental para prevenir accidentes.
La aplicación de los controles de seguridad desde el origen, en donde se elimina el riesgo implementado diferentes controles de seguridad en las máquinas, alineado a procedimientos e instructivos de trabajo, con el reforzamiento de conocimientos y competencias de los operadores, hasta la dotación de equipos de protección personal como última alternativa de la jerarquía de controles.
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