
Es probable que muchos líderes empresariales se vean atrapados entre la antigua forma de trabajar y la nueva. Son los que ven este periodo como una oportunidad, los que están preparados para adaptarse e iterar y explorar nuevas formas de trabajar los que saldrán reforzados y superarán a sus competidores a largo plazo. Las tres habilidades fundamentales que necesitan son: comunicación, transparencia y empatía.
1. Comunicación clara y coherente
Los directivos de las empresas afirman que mantener a sus empleados motivados es su principal prioridad en los próximos meses. La productividad se resiente no cuando la gente trabaja desde casa, sino cuando se les mantiene en la oscuridad, se sienten desoídos y no tienen un apoyo visible. Una comunicación clara, coherente y frecuente es crucial en tiempos de incertidumbre. Construye tu plan y comunícalo. Si sientes que lo has dicho mil veces, es probable que esté empezando a calar. No subestime el poder de la repetición frecuente para hacer llegar su mensaje. Una buena comunicación puede mejorar la moral, hacer que los empleados se sientan vinculados al lugar de trabajo y, por tanto, mejorar la motivación y la productividad.
2. Ser transparente y adoptar un estilo de liderazgo adaptativo
En períodos de incertidumbre, es fácil que los líderes se aíslen al centrarse en los asuntos inmediatos. Pero es imperativo llevar a sus empleados en ese viaje con usted. No tenga miedo de ser transparente sobre la realidad actual, proporcionando claridad a los profesionales de la empresa a corto plazo para mantener a los empleados centrados y, en la medida de lo posible, asegurando a su plantilla que los tiempos difíciles no durarán para siempre. Recuerde que también es el momento de adaptarse y mantenerse ágil: puede esperar a que pase la tormenta para que le caiga encima la siguiente, o puede cambiar antes de tener que hacerlo y evitar tener que ponerse al día cada vez que surja una nueva serie de circunstancias. La oportunidad puede surgir de la incertidumbre, y son los líderes y las organizaciones que se adaptan los que ganan.
3. La empatía es vital para mantener la confianza de los empleados
Volver a los estilos de mando y control del liderazgo empresarial y crear una cultura de presentismo y microgestión erosionará rápidamente la confianza. Esto es aún más cierto en un momento en el que los empleados están agobiados por otras preocupaciones fuera del trabajo, como el aumento del coste de la vida. En los últimos años, los empresarios han avanzado mucho en la tarea de ganarse la confianza de sus empleados gracias a los avances en materia de flexibilidad laboral y a la prioridad que se da al bienestar de los trabajadores. Este enfoque ha transformado para bien la forma en que las personas viven el trabajo. Es fundamental ser empático con lo que los empleados valoran más, entender cómo se correlaciona con el rendimiento de la empresa y encontrar formas de protegerlo.
Ahora es el momento de que los líderes empresariales adopten las habilidades que les ayudarán a preparar sus organizaciones para el futuro y a mantener su activo más valioso -su personal- comprometido, motivado e invertido en el éxito futuro de la empresa. Las empresas que salgan reforzadas serán las que tengan visión de futuro, inviertan en su personal y no se limiten a volver a las prácticas anteriores a la pandemia.