La pesca es una de las profesiones más peligrosas ya que las consecuencias de un accidente que sucede en el mar son en la mayoría de ocasiones más graves que si ese mismo accidente sucediera en el suelo. En la actividad de la pesca encontramos todo un conjunto de características específicas de este sector que conllevan un riesgo añadido: el puesto de trabajo es móvil e inestable; el barco es el lugar en el que se trabaja ya la vez donde se vive; el ritmo de trabajo es incierto puesto que viene marcado por el mar y las capturas y es difícil preestablecer horarios de trabajo fijos.
El trabajo a bordo de los barcos de pesca comporta numerosas situaciones de riesgo ya que en muchas ocasiones este trabajo debe realizarse en situaciones de peligro por el simple hecho de estar expuesto a los cambios del tiempo y del estado del mar. Además, deben tenerse presentes las muchas otras situaciones de riesgo que se pueden encontrar en los trabajos realizados en cubierta, en el manejo de las artes de pesca y las ocasionadas por la exposición a agentes físicos, químicos y biológicos.
Este cuaderno tiene por objeto las embarcaciones que desarrollan su actividad en el mar Mediterráneo, concretamente las que se dedican a las modalidades de pesca litoral de arrastre y cerco. Su objetivo es ayudar a identificar los principales riesgos que aparecen durante las distintas tareas, así como aportar medidas preventivas que pueden aplicarse.
Para realizar una correcta identificación de los riesgos que pueden aparecer en la embarcación, es necesario tener presente que, aparte de las tareas de captura, la tripulación también realiza otras, como la de descarga de las capturas, su transporte hasta la lonja y labores de mantenimiento y limpieza.