
Como ya sabemos en toda empresa es fundamental la prevención de riesgos laborales, pero no sirve de nada si en su aplicación no somos capaces de transmitir a los componentes de la empresa la relevancia de este tema y la práctica de la misma, todo habrá quedado en papel mojado y dispondremos de mucha documentación que no se habrá puesto en práctica y, por tanto, no habrá producido los frutos necesarios.
Si lo vemos desde la actuación algunos trabajadores, en ocasiones se puede pensar que se dispone de todos los conocimientos sobre el trabajo que se desempeña, que los años de experiencia me dan el suficiente conocimiento sobre los riesgos laborales que se asumen y se cae en los excesos de confianza; pensamientos como “¿por qué tiene que llegar el día en el que me suceda algo si siempre hago lo mismo y nunca pasa nada?”.
En la aplicación de la prevención de riesgos laborales, para que no sea un instrumento para que parezca que cumplimos con una legislación e influyamos de modo constante en la concienciación de los trabajadores, cobra muy especial importancia la Comunicación.
La prevención de riesgos laborales tiene como objetivo que los trabajadores no sufran daños en su salud, en un concepto muy amplio, por el hecho de acudir al trabajo y desempeñar el mismo. Por este motivo, llegar a los trabajadores, informarles y formarles en los riesgos a los que están sometidos en su puesto de trabajo -requisitos legales en base, principalmente, a los Arts. 18 y 19 de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales- con el fin de que también cuiden de sí mismos y no cometan imprudencias o actos inseguros.
Mucho se ha hablado sobre el proceso de formación en el ámbito prevencionista pero nunca está de más transmitir unas ideas básicas sobre este asunto. Traslademos algunas ideas de enfoque sobre la comunicación y la prevención de riesgos laborales; sin duda habrá más, pero las siguientes ilustran de modo adecuado lo que es la comunicación en relación a la prevención de riesgos laborales.
Hay que saber, y por tanto decidir, quién comunica estas instrucciones, qué habilidades tiene de comunicación, ya que como se ha mencionado antes y en cualquier ámbito, da igual los conocimientos que tengas sobre un tema si luego no sabes comunicarlo correctamente. La comunicación en prevención de riesgos laborales es importante que se haga de manera amena, formaciones interactivas y, como se ha dicho, mediante una persona que sepa expresarse de manera adecuada para que las personas estén entretenidas. No cualquiera tiene las habilidades necesarias para desarrollar esta actividad, pero es una cosa que se hace, que se puede practicar y entrenar, por lo que cualquiera puede desarrollar las habilidades sociales y comunicativas. Es evidente que cuanto más amena y divertida sean las explicaciones sobre prevención de riesgos laborales, a más personas engancharemos en nuestro discurso de seguridad, menos accidentes ocurrirán y cumpliremos de manera más certera con el objetivo de nuestro desempeño profesional.
En muchas ocasiones vemos el contenido de la prevención de riesgos laborales pesado, árido, tedioso… e incluso llegamos a pensar que entorpece nuestro trabajo diario; pero, evidentemente, es todo lo contrario, ya que la sensación de hacer tu trabajo correctamente recompensa, sobre todo, porque volveremos a casa tal y como salimos, y eso es lo que se debería de transmitir al explicar riesgos laborales y medidas preventivas, esa sensación que nos hace estar seguros y orgullosos de nosotros mismos al minimizar riesgos. Un pensamiento positivo.
El modo óptimo de formar e informar a los trabajadores, cumpliendo con los ya citados Arts. 18 y 19 de la Ley 31/95, de sus labores en prevención de riesgos laborales para su mejor entendimiento es combinar los máximos tipos de lenguaje; ya sea el verbal -que implica el lenguaje oral y escrito- con el no verbal, como puede ser explicar una presentación combinando imágenes, expresiones faciales, movimientos de manos incluso posturas corporales. El lenguaje no verbal engloba el lenguaje icónico, como podemos observar en las señales de tráfico, este tipo de lenguaje es el mejor para el entendimiento global, lo cual, es imprescindible usarlo en prevención de riesgos laborales; también debemos tener en cuenta el lenguaje facial y el lenguaje corporal. Un lenguaje que no tenemos en cuenta es el lenguaje táctil que implica sensaciones, texturas, una buena temperatura…, como un ejemplo simple, podemos tocar el hombro a la persona que veamos más ausente para volver a captar su atención.
En materia de formación es vital la participación activa de los trabajadores para asegurarnos de que van a trabajar con la mejor preparación que hemos podido ofrecerles, de modo que es necesario preguntas sobre el tema que se trate e incluso que participen para completar frases. Como se comentó anteriormente, es fundamental buscar la interacción; especialmente porque, cuando nos enfrentamos a la formación en prevención de riesgos laborales, suele ser formación de personas adultas
Si nos fijamos en el tipo de mensajes que se traslada en Redes Sociales veremos que comunicaciones más amenas y con ejemplos visuales el impacto es mucho mayor -se obtienen “muchos más likes, me gusta”, etc- y más conciencia creamos. Relacionando con esta idea la prevención de riesgos laborales, transmitiendo aspectos del día a día, situaciones reales y comentando que podemos hacer para evitar esa situación o como reducir el riesgo lo máximo posible estamos creando una comunidad laboral poco a poco mucho más concienciada con los riesgos laborales, ya que colándonos en sus tablones de RRSS y hablando coloquialmente creamos un impacto mucho más positivo y de interés que pueden aplicar a su vida laboral.
Siempre nos centramos en la formación pero, ¿y la información?. Casi siempre nos centramos en la entrega de documentación al inicio de la relación laboral y, con ello, consideramos que nos ajustamos al Art.18 de la ya citada Ley 31/95. Pero debemos entender que la información en prevención de riesgos laborales tiene un carácter dinámico y, por tanto, deberíamos disponer de herramientas que nos permitan transmitir a los trabajadores información preventiva mediante breves y sencillos impactos relacionados con el puesto de trabajo de cada persona.
Simplemente con lo expuesto, llegamos a la conclusión de que una adecuada aplicación de la prevención de riesgos laborales pasa de manera inexcusable por una óptima y completa comunicación siendo la misma, por tanto, inherente a la prevención de riesgos laborales. ¿Le prestamos un poco más de atención?
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