
Muchos emprendedores ya no desean sacrificar su salud por el éxito, o el tiempo con sus familias por el dinero o embarcarse en un negocio que no les apasione.
Son muy útiles estas referencias a la hora de abordar tu propio proyecto, sin que este acabe con tu salud:
- Establece mejor los límites. El primer y principal paso en el desarrollo de límites mejores es tener claro cuáles son tus valores fundamentales como persona y como emprendedor. Una vez establecidas las normas para operar de la forma deseada en lo personal y en la manera que deseas que funcione tu negocio, deberás apoyar estas decisiones con acciones y hacer de ellas algo obligatorio. Por ejemplo, si te comprometes con tu pareja a que los viernes por la noche son para salir juntos, tendrás que ajustar los límites en tu negocio para que así sea.
- Tómate tus descansos. Es crucial desconectar del trabajo durante períodos de tiempo para rejuvenecer la mente y el cuerpo. El emprendimiento es un maratón, no un sprint, así que si no sacas tiempo para ti mismo, terminarás quemándote.
- Comunica lo que de verdad quieres decir. Los empresarios necesitan tener una comunicación clara y directa. No abandones una conversación delicada hasta que ambos estéis de acuerdo y se pueda resumir con exactitud el resultado de todo lo dicho.
- Cuida tus palabras. Es más difícil desdecir algo que no comunicaste bien o en lo que te fuiste por las ramas, que expresar la verdad desde el primer momento y sostenerla.
- Pon orden. Al mantener tu vida organizada, podrás acceder a todo lo importante cuando lo desees, porque sabrás dónde se encuentra. Eso ayudará a mejorar tu productividad, y si hay algo que todo emprendedor necesita, eso es ¡más tiempo!.