10 personas imputadas por una explosión con un muerto y dos heridos
El Juzgado de Instrucción 1 de Almería ha imputado a diez personas en el marco de las diligencias previas abiertas a raíz de la explosión registrada el 21 de septiembre en una empresa con sede el Parque Científico-Tecnológico de Almería (PITA) en la que falleció un trabajador y otros dos resultaron heridos de gravedad, con quemaduras de diverso grado en el 80 y en el 60 por ciento de su superficie corporal.
Los diez imputados están vinculados a la propietaria la instalación, y a la subcontrata que supuestamente estaba realizando labores de calderería en el interior de la nave.
La investigación en vía judicial en torno a este accidente laboral está pendiente también de que tanto el Centro de Prevención de Riesgos Laborales como la Inspección de Trabajo remitan sus respectivos informes que, a fecha 19 de octubre y tal y como se notificó al juzgado instructor, no estaban concluidas todavía ya que aún estaban compareciendo los representantes legales de las dos empresas ante la autoridad laboral. En el informe de la Inspección de Trabajo figurarán detalladamente las medidas en materia de prevención de riesgos laborales que se adoptaron ante los trabajos que realizaban tanto el fallecido como los dos heridos de gravedad. Las empresas implicadas también deberán aportar documentación sobre sus planes de prevención y el cumplimiento que se produjo de los mismos.
Los trabajadores que en la mañana del 21 de septiembre se encontraban en la sede de la empresa en el momento de la explosión explicaron que, en ese momento, los operarios de la subcontrata que se especializa en trabajos de calderería estaban cortando unas tuberías que se encontraban en las inmediaciones de uno de los tanques destinado al almacenamiento de combustible. Apuntaron a que, en ese momento, estaba vacío pero que no descartaban que se hubiese producido acumulación de gases. Asimismo, no pudieron confirmar que saltase “algún tipo de alarma” que avisase de una situación de riesgo y señalaron que la vestimenta era “propia” y, por tanto, no estaban usando ropa “adecuada” para esa labor. Al tiempo, según los primeros datos, tampoco se habría seguido el protocolo que marca la normativa de seguridad para trabajos de esta tipología en una nave dedicada a la transformación química de residuos plásticos en combustible.