
Uno de los aspectos más relevantes de la ropa de trabajo y al que a menudo no se le da mucha importancia es el calzado laboral. Este elemento es imprescindible para realizar las actividades laborales que requieren de su uso correctamente, motivo por el que a continuación ofrecemos información útil e interesante al respecto. Para ello, nos centraremos en dos aspectos: su tipología y las características que éste debe tener.
En primer lugar nos referiremos a lo que en el sector se denomina calzado de seguridad. Éste cuenta con la función principal de proteger los dedos del trabajador, por lo que tiene que incorporar un tope o una puntera de seguridad.
En concreto, este elemento se incorpora para parar posibles golpes en los trabajadores. Además, según la normativa vigente debe contar con una energía compatible a doscientos kilos en el momento del impacto y soportar una carga de peso que equivalga a una fuerza de 15 kilo newton.
La segunda tipología está compuesta por la gama que constituye el calzado de protección. Estos elementos también tienen como función proteger los dedos e incorporan una puntera o tope de seguridad para frenar el impacto de los golpes. Su energía equivale a 100 kilos en el momento del choque y permite soportar una carga equivalente a 10 kilo newton.
Por último aparece el calzado ocupacional o laboral, que es una tipología compuesta por el calzado que no proporciona protección en la parte de los dedos. Éste está configurado por el collarín, la lengüeta, la caña o trasera, la pala, la suela, la entresuela y la línea de unión de corte al piso.
Paralelamente, el calzado técnico laboral también puede clasificarse en función al material con que esté confeccionado. Así, distinguimos entre aquel calzado fabricado en cuero u otros materiales y aquel calzado denominado vulcanizado o polimérico, completamente moldeado.
Por último, es necesario hacer referencia a los distintos tipos de diseños que pueden utilizarse en lo que a calzado laboral se refiere. Éstos son, según la normativa vigente, cinco: zapato bajo, bota de caña baja, bota de caña media, bota de caña alta y bota de caña alta con zona de adaptación a la ropa.
Esta triple clasificación es útil a la hora de tener en cuenta las distintas posibilidades que se desarrollan en torno a la selección del calzado laboral que deben utilizar los trabajadores. Ella resulta interesante para seleccionar unos modelos o, por el contrario, descartar otros.