La factoría de Ford en Valencia utiliza tecnología derivada del deporte para mejorar el día a día de sus empleados. Con un seguimiento corporal individualizado se busca adecuar la ergonomía de cada puesto de trabajo, lo que redunda en una mejora de la calidad del mismo.
Las marcas de coches, Ford en este caso, no solamente piensan en la mejora de los vehículos como tal. Éstos llegan al mercado de una u otra forma porque hay miles de trabajadores que ponen lo mejor de sí mismos para ofrecer el mejor producto posible. Así, los fabricantes ponen su empeño en mejorar la calidad de vida y el ambiente de trabajo de sus operarios para mejorar también el producto final.
Una muestra de ello es el último avance que han implementado la casa del óvalo en la fábrica de Almussafes, Valencia. Utilizando tecnología derivada del deporte para mejorar la mecánica de los atletas o para trasladar la misma al mundo virtual, se busca un tratamiento individualizado para cada empleado con el que mejorar su día a día.
Para analizar cada caso, Ford y el Instituto de Biomecánica de Valencia están usando un traje especial equipado con tecnología avanzada de seguimiento corporal en 70 empleados de 21 áreas de trabajo diferentes. Con él se busca diseñar estaciones de trabajo menos estresantes físicamente, lo que derivará en una mejora de la calidad de fabricación.
“Se ha demostrado en el campo de deportes que, con la tecnología de seguimiento de movimiento, los pequeños ajustes en la forma en que te mueves pueden tener un gran beneficio”, ha explicado Javier Gisbert, gerente de área de producción de la planta de motores de Ford en Valencia. “Para nuestros empleados, los cambios realizados en las áreas de trabajo que utilizan tecnología similar pueden garantizar en última instancia que, incluso en un día largo, puedan trabajar cómodamente”.
El traje del que estamos hablando dispone de hasta 15 pequeños sensores de movimiento conectados a una unidad de detección inalámbrica. Con ellos, el sistema puede hacer un completo seguimiento de la forma en la que el trabajador se mueve en su puesto, algo que además es grabado por cuatro cámaras especializadas. Son éstas las que capturan al individuo recreando una animación en 3D de lo que vaya haciendo.
Los datos obtenidos tras el experimento son interpretados por ergónomos que ayudan a los empleados a colocarse correctamente en su puesto de trabajo. Esto, unido a las estaciones de trabajo a medida que se pretenden crear, es lo que logrará que el desgaste físico de cada empleado durante su jornada sea menor. La idea de Ford, que ya usa esta tecnología en otras plantas europeas, es reducir la tasa de lesiones de sus asalariados en todo el mundo gracias a la introducción de tecnologías de ergonomía y cambios en los procesos basados en datos.
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