
ISO lo vuelve hacer, pensando solo en su interés comercial se han embarcado en una nueva norma técnica para la gestión de los riesgos psicosociales que ya ha encendido las alarmas en el movimiento sindical europeo. Hace aproximadamente un año y en estas misma revista, informábamos de que el movimiento sindical mundial y por lo tanto también el europeo, se oponía a que las salud de los trabajadores y trabajadoras se estandarizada como si fuera el grosor de un cable eléctrico o unas escaleras mecánicas, como dice la norma ISO 45001 de gestión de los riesgos en los lugares de trabajo. Pero desgraciadamente no conseguimos que ISO, organización privada, rectificara y hoy hay empresas de todo el mundo que están certificándose en esta norma.
De nada sirvieron nuestras reflexiones, ahora ISO lo vuelve hacer y con un tema tan delicado como el de la exposición a riesgos psicosociales. Ya se ha puesto en marcha el grupo de redacción para elaborar un primer borrador sobre una norma que quiere estandarizar los procedimientos para gestionar el estrés laboral La reacción de movimiento sindical ha sido inmediata denunciando estas maniobras. Los sindicatos británicos TUC a través de Hugh Robertson, su responsable de salud laboral, denuncian en un breve artículo en su revista digital, que ‘la nueva norma ISO sobre estrés es la última cosa que necesitamos”. En ese artículo Robertson desgrana una serie de motivos para denostar esta norma: no sólo no aporta nada de interés para prevenir este tipo de riesgos, sino que muy al contrario, olvida de forma vergonzosa la parte más importante de la prevención: el derecho a la prevención de trabajadores y trabajadoras. Se olvida del legítimo derecho de participación de los sindicatos y puede poner en tela de juicio todo lo alcanzado en Europa en esta materia en los últimos 20 años. Pone a los trabajadores y trabajadoras más como problema que como sujetos de la prevención.
Desde CCOO no podemos estar más de acuerdo con los compañeros de TUC. Como ya hicimos con la ISO 45001, con el acuerdo de los empresarios, el grupo español que tiene competencias en estos temas de normalización, votó en contra de este tipo de normas de gestión de riesgos, que en ningún caso garantizan el cumplimiento de nuestra legislación. Lo que nos preguntamos es porqué ISO insiste en elaborar este tipo de normas que ponen más el acento en lo burocrático y nada en los derechos de la clase trabajadora y la respuesta a nuestro juicio, parece obvia: es más importante el negocio que la salud de las personas.
Necesitamos más y mejores evaluaciones de riesgos y cambios en las condiciones de trabajo, para que el trabajo sea saludable. Necesitamos unas prácticas de gestión laboral más justas y democráticas. Necesitamos que las medidas preventivas sean adecuadas para reducir las exposiciones identificadas y valoradas en unas evaluaciones que han de ser válidas y fiables y basadas en la participación de trabajadores, trabajadoras y sus representantes. En cambio, en el borrador que maneja ISO, los trabajadores y trabajadoras parecen ser más el problema que la solución. Entre los peligros que enumera están “error humano” y la falta de “capacidades” en lugar de la falta de influencia o de apoyo social de superiores o las altas exigencias cuantitativas. Existe una sección completa sobre “competencia” que dice que los trabajadores deben “tener la competencia necesaria para reducir el potencial de lesiones y enfermedades debido a la exposición a riesgos psicosociales”. Esto implica que los trabajadores deben poder reducir sus propios riesgos cuando no tienen la potestad de cambiar sus condiciones de trabajo, en lugar de ser responsabilidad de la gerencia. Absurdo total este enfoque que pone en cuestión la tradición europea en materia de salud laboral. El borrador de la guía está abriendo la puerta a iniciativas como la capacitación en resiliencia, en lugar de asignar a la dirección de la empresa la responsabilidad de tener la competencia para eliminar y reducir los riesgos. El movimiento sindical mundial y por tanto CCOO, haremos todo lo que esté en nuestra mano para impedir y cuestionar esta nueva salida de tono de ISO.
Fuente: ISTAS por Experiencia