
Autor: D. Javier Cháfer Asensio – Técnico Superior PRL – Agente de la Policía Local de Ontinyent (Valencia)
Corría el año 2013 cuando a la entrada del servicio de tarde se activa carta del 112, un atropello se produjo por el suelo mojado y la espesa niebla que se encontraba en dicha vía, pero por extraño que parezca solo hubo heridos leves. Las impactantes imágenes no dejan esperanza, pero la realidad nos dice otra cosa.
Llevo 15 años trabajando como Policía Local y observo continuadamente, no todos pero si una gran mayoría, que el peatón tiene el total convencimiento de que cuando se acerca a un paso de peatones literalmente se tira a la calzada.
Anualmente se producen cerca de 1,24 millón de defunciones por el tránsito vial en todo el mundo, lo que hace de las lesiones de tránsito la octava causa principal de muerte a nivel mundial. Del total de defunciones por lesiones de tránsito, más de 270.000 son peatones.
No hay que olvidar nunca de que, como peatón, somos el elemento más frágil y vulnerable, pues al menor golpe que tengamos, sobrevienen consecuencias negativas para nuestra salud.
Recordando algunas normas sobre los peatones la DGT dice “Los pasos regulados por marcas viales son aquellos que están marcados con líneas anchas transversales de color blanco. En estos pasos, los peatones siempre tienen preferencia sobre los vehículos. Para pasar por ellos se tendrán en cuenta las normas generales para cruzar las calles, pero además se deberá indicar a los conductores, con la mano, la intención de cruzar. Como peatones hay que poner especial cuidado en comprobar que hemos sido vistos por el conductor y que éste tiene intención de detenerse. Un buen truco puede ser mirarle a la cara para ver si realmente nos mira. Si se comprueba que está mirando para otro lado, no es recomendable cruzar, puede ser que no nos haya visto. Esta medida hay que extremarla si la calle es de doble sentido, asegurándonos de que hemos sido vistos por los conductores que circulan en ambos sentidos”. (http://publicacionesoficiales.boe.es, 2014)
Una de las mejores estrategias para evitar los accidentes, cuando circulas como peatón en ciudad o en carretera, es que sepas y cumplas bien las normas y que seas consciente de los riesgos que corres, aún haciendo las cosas bien. Porque, también dependes del comportamiento de los conductores.Si bien todos los peatones deben cuidarse para evitar ser atropellados, hay dos franjas de edad en las que el peligro es mayor: cuando son niños pequeños y cuando son personas mayores.
En cuanto al cruce de calles lo primero que el peatón debe tener en cuenta es el lugar por el que se va a realizar. Se debe elegir el sitio más seguro, y está claro que el lugar que más garantías ofrece es un paso regulado por marcas viales, semáforos o agentes del tráfico. En carencia de lo anterior, se cruzará por el lugar en el que se tenga mejor visibilidad, es decir por las esquinas y procurando evitar cruzar entre vehículos aparcados.
En conclusión, la seguridad peatonal es una responsabilidad compartida. Todos los usuarios de las vías públicas tienen un papel que desempeñar para proteger mejor a los peatones y hacer del mundo un lugar seguro para caminar, incluidos los propios peatones.Sin embargo, son los gobiernos y sus asociados quienes están en mejor posición de llamar la atención sobre las necesidades específicas de los peatones, promulgar y hacer cumplir leyes y normas para su protección y diseñar y construir entornos que contribuyan a prevenir la muerte y las lesiones de peatones y promuevan el andar a pie. Entre las medidas más eficaces sobre seguridad vial nos encontramos: la limitación de la velocidad de los vehículos; la separación de los peatones del resto del tráfico por aceras y pasos de peatones; el aumento de la visibilidad de los peatones, y el comportamiento responsable de todos los usuarios de las vías de tránsito; la promulgación de leyes apropiadas en relación con esas medidas; la mejora de su observancia y los enlaces con otros medios de transporte pueden salvar vidas.
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