
Joseph Goebbels, Ministro de Información y Propaganda de Hitler:
“Hay que hacer creer al pueblo que el hambre, la sed, la escasez y las enfermedades son culpa de nuestros opositores y hacer que nuestros simpatizantes se lo repitan en todo momento (…) Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar (…) “Una mentira repetida mil veces termina creyéndose como verdad”
Poco o nada ha cambiado desde entonces, en todo caso, lo hemos magnificado por medio de las redes sociales.
La Real Academia Española define “bulo” como:
“Quizá del caló bul ‘porquería’.
m. Noticia falsa propalada con algún fin.”
Por lo tanto, podemos decir que un bulo es una falsedad articulada de manera deliberada para que sea percibida como verdad y difundida por redes sociales con diversos fines. O como se diría en caló, una porquería, que mucha gente eleva al altar de verdad sin ningún criterio.
Para los técnicos de PRL este es un problema más unido a los que actualmente tenemos en nuestras manos.
Durante esta pandemia se han preguntado una multitud de cuestiones relacionadas con el COVID-19 y al intentar explicar la base científica o lo que es un bulo, me han mirado como diciendo “tienes una opinión, yo la verdad”.
Al final de las conversaciones, después de intentar razonar, he concluido con la misma frase, “por favor, consultar fuentes oficiales no porquería de internet”.
En estos momentos de nerviosismo, desconocimiento pleno de la enfermedad, intereses particulares, ser prevencionista se convierte en un riesgo añadido.
Podemos pasar muchas horas desmintiendo bulos o “acciones interesadas” de personas o empresas, a modo de ejemplo: El uso de mascarillas “caseras” en el entorno sanitario ya que “son mejores que las que nos entregáis …” ya puedes esgrimir las certificaciones, pruebas, homologaciones, uso racional, desconocimiento del material empleado, daños residuales (infecciones, falta de caudal de aire, ..) ….. al final hay una frase que te mata: “mi amiga es enfermera y me ha dicho que son mejores que una FFP2”. Fin de la discusión.
O como el interés de algunas empresas de mostrar lo magnífico que es el ozono en aire para desinfectar un vehículo, un edificio o el mundo, pero esto es otra guerra.
Yo os quiero hacer una mención a los principales bulos que me han consultado como prevencionista, así como la web que lucha contra estos “porquerías”, Bul o bulos.
El coronavirus y sus bulos: 406 mentiras, alertas falsas y desinformaciones sobre COVID-19
Seamos serios, somos profesionales y está en juego la vida de muchas personas.
BULO 1: beber mucha agua o hacer gárgaras con agua tibia y sal o vinagre prevenga la infección por coronavirus

Nos habéis preguntado por una cadena en la que se asegura que “el coronavirus es fácil de evitar” si tomamos líquidos calientes como té, café u otras infusiones o exponemos nuestro cuerpo al Sol porque supuestamente la nueva cepa de este virus “no resiste el calor”. Además, el contenido aconseja no tomar bebidas frías o con hielo porque son “el mejor aliado del coronavirus”. Es un bulo. No hay pruebas de que las bebidas calientes puedan acabar con el virus o de que las bebidas heladas favorezcan su contagio.
BULO 2. Hay complementos alimenticios que previenen o curan el COVID-19

En un contexto de alarma, en el que la gente teme más que nunca al contagio y trata de evitarlo a toda costa, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) advirtió el pasado 26 de marzo sobre la reciente comercialización de complementos alimenticios que supuestamente previenen, tratan o curan las infecciones por coronavirus. Estos vendedores tratan de aprovechar la pandemia y la preocupación de los consumidores y atribuyen a sus productos propiedades contra el virus. Sin embargo, ningún complemento alimenticio previene o cura el COVID-19.
BULO 3. ¿Hacer vahos reduce el riesgo o cura la infección por coronavirus?

Desde este pasado 19 de marzo está circulando muchísimo un vídeo de Youtube en el que un doctor argentino llamado Mario Pesaresi recomienda hacer vahos (respirar vapor de agua caliente) como método para reducir el riesgo de infección por coronavirus. El vídeo ha sido retirado de Youtube.
Su razonamiento es que, ya que según la OMS el coronavirus muere a 56 grados, al respirar vapor más caliente que esa temperatura matamos el virus y así se reduce el riesgo de infección. Es un bulo: no hay evidencias de que el coronavirus muera a esa temperatura ni de que hacer vahos pueda reducir el riesgo de infección. De hecho, puede ser contraproducente.
BULO 4. Si aguantas la respiración 5 segundos no tienes COVID-19

Se está compartiendo en Twitter una publicación de la cuenta @misteriodeduca que dice que para comprobar si tus pulmones están sanos tienes que aguantar la respiración, dar “me gusta” a la publicación, comentarla y contar hasta cinco. “Si pudiste completar todos los pasos sin respirar, ¡al parecer tus pulmones están sanos!”. Aunque pueda parecer una broma, en el contexto actual de confinamiento debido al coronavirus que precisamente puede causar problemas pulmonares, hay usuarios que se preguntan si es real. Pero es un bulo. La cuenta no pertenece al Ministerio de Educación y no hay evidencias de que aguantar la respiración sea efectivo para diagnosticar el coronavirus.
BULO 5. La pandemia está causada por el 5G

Se ha hecho viral el vídeo de un supuesto doctor llamado Thomas Cowan que explica en una conferencia que la pandemia de COVID-19 está causada por el 5G y que cada gran epidemia de la historia ha sido provocada por un salto “cuántico” en la electrificación de la Tierra. Nada de lo que dice esta persona es real ni tiene ninguna evidencia científica que lo sustente.
No, las pandemias no se corresponden con un “salto cuántico” en la electrificación de la Tierra.
Cowan continúa con su argumentación insinuando que esa supuesta intoxicación de las células proviene de un aumento “cuántico” en la electrificación de la Tierra. Según sus palabras, cada pandemia ocurrida corresponde con un “salto cuántico” de este tipo.
El término “cuántico” es utilizado a menudo por defensores de teorías pseudocientíficas para dar a sus afirmaciones un barniz científico y de credibilidad. Es lo que ocurre en este caso. Cuántico es un adjetivo que en física se utiliza para referirse a las leyes que rigen la materia a escalas muy pequeñas, de átomos y sus componentes, y por tanto no tiene ningún significado real en la forma que Cowan lo emplea en su charla.
Tampoco las pandemias han coincidido con un “salto” en la electrificación de la Tierra. Cowan pone el ejemplo de la pandemia de gripe de 1918 y la relaciona con la introducción de las ondas de radio en todo el mundo el año anterior, en 1917. Sin embargo, como explican en este desmentido del mismo vídeo publicado por el medio canadiense CBC, las primeras emisoras de radio comercial no empezaron a emitir hasta 1920.
Además, la de 1918 no fue la primera pandemia que ha vivido la humanidad. Si bien a otra escala y a otras velocidades debido a una movilidad entre países mucho menor que la actual, existen registros de pandemias y epidemias desde hace siglos, como por ejemplo varias pandemias de cólera en el siglo XIX, la viruela y otras enfermedades en América tras la llegada de los europeos y varias oleadas de peste en el Imperio Romano y la Edad Media, entre otras.
“antes había un entrenador de futbol en cada persona, ahora hay un experto en higiene y prevención, pero a ellos no les juzgarán, a nosotros sí”.