
Autores: José Manuel Vicente Pardo1 a, Araceli López-Guillén García2 a
1 Cátedra de Medicina Evaluadora y Pericial de la UCAM. Jefe Unidad Médica Equipo Valoración Incapacidades. Instituto Nacional de la Seguridad Social. Gipuzkoa. España.
2 Cátedra de Medicina Evaluadora y Pericial de la UCAM. Unidad Médica Equipo Valoración Incapacidades Instituto Nacional de la Seguridad Social. Murcia. España.
…Cuestiones, propuestas y preguntas sin respuestas.
¿La gestión de la IT es sólo una cuestión económica?1
Las referencias al absentismo por incapacidad temporal (IT) acostumbran a realizarse en términos de gasto, de costes, de crecimiento de las cifras, y de necesidad de control, sobreentendiendo inadecuación del mismo
La situación de incapacidad temporal y el absentismo por ello, es la del trabajador enfermo, y por tanto corresponder al ámbito de la salud laboral.
Es cierto el repunte del absentismo en IT, en los últimos años, a partir de 2013. Aunque habría que referenciarlo siempre a mil trabajadores protegidos, no fuera que consideráramos el normal crecimiento o descenso del gasto en prestaciones de la IT según el mayor o menor número de trabajadores protegidos (empleo desempleo)
Es cierto que las bajas (IT) se “expanden” junto a la economía. Si valoramos la tasa de absentismo por IT y Absentismo No IT vemos como desciende en la crisis hasta tocar fondo y asciende al comenzar la salida de la crisis

Fuente VII Informe ADECCO sobre Absentismo Laboral
Pero a la par que subía e absentismo en cifras absolutas, desde 2013, subía el número de trabajadores cuenta ajena, y mucho menos el de autónomos, con lo que el coste y el absentismo se disparan por ello. Téngase en cuenta que el número de trabajadores cuenta ajena es un colectivo muy grande, que quintuplica al de autónomos, con IT más caras, y mayor tendencia al absentismo que en los trabajadores cuenta propia.

Trabajadores régimen general (“asalariados”)

Trabajadores autónomos (“cuenta propia”)
Si valoramos los trabajadores en IT en el último trimestre desde 2008 a 2019, vemos como los trabajadores en IT en ese periodo han ido remontando desde 2013, hasta marcar un número record histórico.

Trabajadores en IT 4º trimestre. Fuente datos de la EPA INE.
Podemos apreciar, como al inicio de la crisis económica descendió la IT, al comenzar a salir de la crisis, repuntó la IT. Pero insistir la referencia al incremento de gasto en IT debiera ser en relación a la proporción de trabajadores protegidos, dicho lo cual, si parece ser cierto que la IT o la “baja”, es un fenómeno “anticíclico con la economía”.
Pero también puede ser cierto que, en época de crisis, el trabajador se vea “obligado”, hasta dónde pueda ser, a acudir a trabajar con miedo a si estar de baja supusiera perder el trabajo.
Parece ser cierto que las bajas laborales cerraron en 2019 en máximos históricos, pero insistimos las cifras totales, no referidas a mil trabajadores, no sirven como indicador de desviación posible, sirven para cuantificar el gasto.
Así que tal vez asistimos a una “normalización” del absentismo en cifras relativas, si bien la tasa de crecimiento del gasto en IT interanual supera con creces a la del empleo, y en ese desfase no existe explicación, y si asumir que si es cierto el absentismo por IT inició una subida no controlada desde 2013. Repuntando año tras año, así si comparamos 2017 2018 la tasa de incremento de gasto en IT era del 4,94% frente a la tasa de crecimiento de afiliados que fue del 3,14%. El desequilibrio es mayor si tenemos en cuanta la tasa de crecimiento de gasto en IT entre 2013 y 2018, que es del 37,16%, frente a la tasa de crecimiento de trabajadores protegidos 2013 y 2018 que es del 11,29%.
Ha subido el gasto, pero no en la misma proporción que los trabajadores protegidos, por lo que, si hay un incremento “desproporcionado”, que depende de muchas variables.

Aún y así, el gasto en IT en euros por trabajador protegido, corregido por la inflación, comparando un periodo largo, más atrás de 2008 tiene oscilaciones, pero hasta ahora en un “subibaja” que parece controlado por ser esperado y no tan acusado como a veces se alarma.
Así que el gasto en IT se dispara, se mire como se mire.
¿Se puede demonizar a los trabajadores en baja (IT) cómo si estar de baja fuera estar bajo sospecha abuso de la prestación?
Es conocido y real el enorme impacto de la IT en prestaciones de seguridad social cifrado en torno a los 7.500 millones de euros, más el coste para las empresas que cubren los primeros quince días, más el abono del complemento por convenio añadido al pago de la prestación, más el abono de los salarios para la seguridad social y con un coste de 6.900 millones de euros, a los que habría que sumar el coste de “oportunidad” para las empresas (imputable al valor de los bienes y servicios que se han dejado de producir y prestar) cifrado en torno a los 70.000 millones de euros. Y un coste sanitario en la recuperación de estos trabajadores enfermos, del que no se dispone de datos.
Es decir 14.000 millones de euros más el coste de oportunidad o lo que se perdió en producción y prestación de servicios suman una cifra descomunal de cerca de 85.000 millones. Más un coste sanitario de los trabajadores en baja, que decimos se desconoce su cuantía, pero dado el conocimiento del coste de procesos determinados como el cáncer (8.000 millones de euros) o los trastornos musculoesqueléticos (1.000millones de euros) pareciera ser un coste importante para los servicios públicos de salud.
Pero un coste elevado no significa algo que tengamos que recortar.
Debe entenderse que la incapacidad laboral (absentismo por IT) tiene un coste derivado de la atención sanitaria y la protección “social” a trabajadores enfermos; es decir que no sólo afecta a la economía sino que es un problema de salud laboral2.
Siendo la incapacidad laboral un problema de salud laboral sorprende la escasa valoración que se hace desde esta perspectiva de salud y asombra se contemple en exclusiva desde la perspectiva “economicista” y prestacional.
Es decir, el absentismo por IT tiene un coste, la IT es una prestación económica de la seguridad social, para proteger las situaciones de enfermedad de los trabajadores que están temporalmente impedidos para trabajar.
¿Por qué es un problema la IT?3
— Por su coste laboral, sanitario y en prestaciones, y por su variabilidad en la presentación y duración media, no explicable bajo parámetros de pérdida de “salud” exclusivamente.
— Por la complejidad del entramado entre entidades “controladoras” de la IT, Mutuas, Inspecciones Médicas del INSS, Inspecciones Médicas de las Comunidades Autónomas (CCAA), y los Servicios Públicos de Salud de las CCAA como emisores de la IT; por la complejidad de las diversas y singulares situaciones de los trabajadores en IT, y la complejidad del “sistema sanitario atencional” que debe prestar tratamiento en tiempo y forma adecuado, pero sin hacer distingos entre trabajadores en baja o resto de ciudadanos.
— Por la convergencia de factores clínicos, factores limitantes o incapacitantes laborales de los procesos, factores individuales del enfermar, falta de homogeneidad en los criterios de valoración en la “adecuación” de las situaciones incapacitantes y la dificultad de su evaluación médico laboral.
— Porque existe la constancia que es una prestación donde hay fraude, aunque usemos el eufemismo de “abuso”, “situaciones indebidas” o “desviadas” o “inadecuadas”.
Fraude en la IT
Fraude es toda estancia en situación de IT no debida, entra por tanto la simulación o quien dice padecer lo que no es cierto con intención de permanecer en baja y percibir su prestación, pero también las situaciones de complacencia de procesos que precisan de asistencia o enfermedades previas que pasan a IT sin entrañar impedimento para el trabajo, o situaciones refugio4en la IT de problemáticas personales graves y diversas que no impiden trabajar por pérdida de las capacidades funcionales sino por problemas que dificultan el devenir cotidiano por precisar dedicación para resolverlos, incluye problemas de índole personal, económica, laboral, familiar, social etc.
Existe fraude en la IT, cuando de forma voluntariamente engañosa y para beneficio de sí mismo, se “está de baja” sin estar impedido para trabajar por “referir” limitación funcional inexistente.
La inadecuación sería la situación “impropia” de aquellas bajas en las que no se objetivan limitaciones funcionales, no hay intención de engañar para conseguir la baja, sino “percepción y referencia subjetiva del trabajador” de estar limitado o no responder al tratamiento prescrito.
Además de todo ello está la “IT refugio”4 que como decíamos son aquellas situaciones en las que se usa la IT como un recurso o refugio para poder atender a problemas o asuntos particulares, cuando se utiliza como represalia ante problemas en el trabajo o como recurso ante dificultades económicas.
Lo cierto es que un día más allá de prolongación de una baja sin causa médica que lo justifique es un “fraude”.
¿Se puede cuantificar el fraude o la inadecuación en IT?
No se dispone de datos que cuantifiquen el fraude. Puede existir una aproximación a la valoración de la “inadecuación”, derivada de los datos de las actuaciones de control de IT con declaración de alta médica por parte de la Inspección Médica del INSS o de las propuestas de alta remitidas por Mutua. Pero no puede establecerse una equiparación, como a veces se hace, entendiendo que este resultado debe asimilarse a fraude o a inadecuación de la totalidad de las bajas, pues para ello debieran de controlarse con reconocimiento médico todas las bajas lo que además de imposible (falta de medios) es inadecuado (no debiera de hacerse control con reconocimiento de una baja, si se conoce está presuntamente justificada). Los índices de alta de las Inspección Médica del INSS están en torno al 18% de los pacientes citados por considerarlos en situación “altable” y los resultados del Plan de Intensificación de control médico de la IT INSS5 sobre control de bajas de trabajadores en situación de supuesta de recuperados aplicando tecnología informática de análisis predictivo (“de alta”) fueron alta en torno al 30%. En cuanto a las propuestas de alta de mutua, confirmadas por inspección, no superan el 64%. Pero como decíamos estas altas de inspección médica INSS o las propuestas de alta de Mutua, se concentran en un número de actuaciones que no llegan al 10% del total de las bajas. Por lo tanto “no podemos cuantificar con exactitud el fraude”, disponemos de aproximación en cuanto a la inadecuación de la baja, que puede concluir en estimar que el 12% de procesos de baja, de menos de un año estaría en situación indebida (teniendo en cuenta porcentajes constantes de control de IT ordinario), y respecto a las bajas muy prolongadas que alcanzan el año el 31% estarían en situación indebida, ya que el INSS estimó el alta.
Estas cifras sobre bajas indebidas del 12% en procesos de duración menor de un año, 31% de bajas largas de un año de duración indebidas (al estimar alta por curación o mejoría funcional)
Dicho lo cual, el control de la IT es obligado en cualquier situación de baja, que no se corresponda a lo que debe, y que la actuación inspectora médica es imprescindible para cortar con los abusos y en si misma constituye un ahorro en prestaciones indebidas.
Se debe “combatir” el fraude, y la inadecuación o mal uso de la IT.
¿Qué pasó con la IT en incidencia, duración o prevalencia durante la crisis económica y la posterior recuperación?
La incidencia de la IT por mil trabajadores (Bajas iniciadas), bajó con la crisis hasta 2013, y subió al salir de la crisis. Pareciera se había perdido el miedo a estar de baja, se normalizaba la situación, o disminuía el presentismo laboral con enfermedad. Pudiendo afirmarse que en época de crisis económica se “cogen” menos bajas y en épocas de recuperación económica o de bonanza se “cogen” más bajas.
Las bajas nunca se cogen, se emiten, se otorgan o se conceden, por los médicos de atención primaria de los SPS.

Incidencia media mensual de la IT por ‰ trabajadores. Fuente web seg-social.es.
La duración sin embargo se escapa relativamente a este paradigma de ligar directamente la crisis a menos bajas prolongadas, y la bonanza económica a más bajas prolongadas.

Duración media mensual de la IT por ‰ trabajadores. Fuente web seg-social.es.
Ahora veamos el dato más relevante, en la evolución del absentismo por IT, que es la prevalencia de la IT; el indicador de prevalencia relaciona el número de trabajadores en baja médica en un momento dado con el número de trabajadores que están protegidos y por tanto podrían potencialmente dar lugar a la prestación. La prevalencia se presenta en tantos por mil.

Prevalencia de la IT por ‰ trabajadores. Fuente web seg-social.es.
Esta tendencia (prevalencia) a procesos abiertos de IT por mil trabajadores, sí que confirma la tendencia a haber más bajas y mantenerse en periodos de bonanza económica. Es decir, el absentismo por IT es un fenómeno “anticrisis” económica. Y parece que la tendencia alcista del absentismo por IT, ha venido para quedarse, mientras no vuelva a haber crisis económica.
¿Existe variabilidad por territorios autonómicos?
Pues evidentemente sí, como iremos viendo

Duración IT por CCAA. Fuente datos web seg-social.
La duración media mayor de la IT se da en Extremadura es de 71,17 días, y Galicia con 62,82 días, frente a una media nacional de 38,49 días, y la duración media es menor en Madrid con 31,97 días, en Cataluña 27,25 días y en Navarracon tan sólo 25,26 días de duración media.

Incidencia IT por CCAA por mil trabajadores. Fuente datos web seg-social.
La incidencia mayor de bajas se da en Navarra 46,59‰, y Cataluña 41,43‰, le siguen País Vasco con 33,61‰ y Madrid con 30,24‰, la incidencia media nacional es de28,08‰, siendo la C. Valenciana con 19,46‰ y Extremadura con 14,68‰ son las comunidades con menor incidencia de bajas.
Existe relación entre mayor incidencia de IT por mil trabajadores y comunidades “ricas”.

Prevalencia de la IT por mil trabajadores.
El indicador de prevalencia, al relacionar el número de trabajadores en IT con el número de trabajadores que están protegidos es de singular relevancia pues manifiesta la tendencia absentista por IT.
País Vasco con 45,38‰ y Galicia con 44,58‰ destacan como las más prevalentes en la IT, con un valor Nacional de 36,13‰ y Madrid con 31,68‰ y La Rioja con 29,8‰ como las menos prevalentes.
Variabilidad territorial en la incapacidad temporal. ¿Por qué esta variabilidad?
Gestión de la IT y variabilidad territorial
Debiéramos de partir de la profesionalidad y responsabilidad de los médicos de la sanidad pública, que emiten y siguen de forma directa las bajas que dan.
Debiéramos de partir de la profesionalidad y responsabilidad de los inspectores médicos que controlan las bajas, emitiendo altas y valorando las recaídas.
Por ello situaciones de complacencia, dejación de actuación, mal manejo de la situación “hostil” en denegación de las bajas o para dar altas, miedo a las agresiones por parte de médicos de la sanidad pública y médicos inspectores, escasa conciencia social en la prolongación innecesaria de las bajas o ante el fraude, que se dan en ocasiones, no tienen trascendencia para explicar la variabilidad territorial, pero si para explicar las situaciones indebidas de baja.
Reseñar que más control sobre las bajas, no es igual a mejor control, pero mejor control evidencia mayor número de situaciones indebidas de baja. Mayor comunicación y participación en las decisiones si supondría mejor manejo del absentismo por IT.
Variables de salud o sanitarias en la variabilidad territorial de la IT
Dado que la incapacidad laboral, supone pérdida de salud con pérdida de la capacidad laboral, o sea enfermar de manera incapacitante laboral.
La variabilidad territorial puede estar relacionada con variabilidad “asistencial” por territorios, en cuanto a diferencias en la calidad del servicio6
La variabilidad territorial puede estar relacionada con variabilidad del “enfermar” por diferencias en la promoción de la salud, y en el nivel de salud, una hipótesis a priori algo incierta, pero no olvidemos el axioma que en el enfermar importa más el código postal que el código genético, en alusión a factores socioeconómicos distintos por áreas geográficas, que están en el origen y la base del “enfermar” y por tanto en nivel de salud de las poblaciones7.
La variabilidad territorial puede estar condicionada por la variabilidad distinta de “riesgos para la salud derivados del trabajo”, o del distinto “enfermar por el trabajo”, teniendo en cuenta las diferencias en sectores de actividad, ocupaciones y riesgos ocupacionales por territorios.
Variabilidad del absentismo por IT, conocimiento de los datos y análisis de causas.
Cuando se habla de absentismo prolongado ¿se conoce el absentismo por procesos?
Indudablemente no es lo mismo estar de baja por un cáncer que por un dolor de espalda. Sin embargo, en las referencias a la desviación o aumento “excesivo” del absentismo suele hacerse de forma genérica sin referirla a procesos concretos. Las “lumbalgias”, y los “trastornos de ansiedad adaptativos” son la primera y la segunda causa de bajas prolongadas. Conviene reflexionar más sobre qué procesos causan ITs prolongadas, por qué y los problemas que causan a la reincorporación laboral; y menos referencias generales al absentismo prolongado o aumentado8.
¿Se conoce la asignación de procesos (enfermedades), por grupos de edad, por trabajo, por tareas, por riesgos ocupacionales, por situación laboral en el absentismo por IT?
Ya que la incapacidad laboral es derivada natural de las limitaciones funcionales para el trabajo, el conocimiento de procesos y trabajo, ayudaría a valorar las desviaciones de forma específica y analizar sus causas, y referenciar datos específicos cualitativos, y no sólo globales cuantitativos, yendo más allá del manejo economicista del absentismo por IT, muy tendente a manejar soluciones del tipo: “si sube el gasto endurezcamos las medidas de control de la prestación para abaratar costes y gastos en prestaciones”.
Hay que conocer el análisis de cuántos datos convergen en la pérdida de salud incapacitante laboral, es decir datos de la enfermedad y sus limitaciones, datos personales edad, sexo, situación familiar, nivel socioeconómico, datos laborales trabajo, ocupación, tareas, sector de actividad, riesgos ocupacionales, tipo de empresa, situación laboral, y como no duración, incidencia e incapacidad por diferentes procesos. Es urgente y necesario la confección del Mapa de Incapacidad Laboral en España9,10.
El Mapa de Incapacidad permitiría saber por dónde y hacia dónde se encamina la incapacidad laboral en cada momento. Y supondría actuar de forma específica, sobre los diferentes procesos que causan la incapacidad, los diferentes trabajadores afectados y los diferentes tipos de trabajo para los que se está incapacitado, y tal vez por los que se está incapacitado.
El mapa es una excelente herramienta para la gestión de la incapacidad, para la transparencia de las políticas de protección y para la acción preventiva.
¿Se conoce la influencia de las listas de espera en la prolongación de la baja?
Si, y que es causante del 12% del alargamiento de procesos inferiores a seis meses y del 20% de la desviación en la duración esperada en las bajas muy prolongadas o en las que alcanzan su duración máxima. Suponiendo además del coste un empeoramiento pronóstico de los procesos, pues las listas de espera para pruebas diagnósticas, funcionales, intervenciones quirúrgicas o rehabilitación condicionan la espera en IT, y peor resultado terapéutico.
Si los procesos musculoesqueléticos o osteomusculares y sobre todo los que causan lumbalgias son los más frecuentes en la IT ¿no convendría instaurar protocolos de actuación temprana para disminuir la duración de estas bajas y procura la pronto y mejor recuperación? Si los trastornos psiquiátricos menores son la segunda causa de bajas prolongadas ¿no convendría hacer lo mismo con actuaciones tempranas y terapia conductual?
En España tres procesos acaparan los más frecuentes en alcanzar los 12 meses de incapacidad laboral, las “lumbalgias”, los “trastornos psiquiátricos menores” y el cáncer de mama. Así mismo lo son en las bajas que superan los 6 meses, y por lo tanto merecen una especial y específica atención. En cuanto a los dos primeros “lumbalgias” y trastornos psiquiátricos menores” los programas de atención temprana han logrado acortar la duración de la incapacidad y mejorando la atención sanitaria, mejoran la recuperación y propician un retorno saludable y continuado al trabajo tras larga incapacidad. Los procesos osteomioarticulares y los procesos psíquicos menores son los que causan más IT, con bajas prolongadas mucho más allá de lo esperado y los que mayor dificultad comportan para el alta, por ello debe de potenciarse la atención sanitaria temprana mediante protocolos y acuerdos, para suministrar tratamiento adecuado en tiempo y forma evitando su alargamiento y propiciando el retorno laboral
Llegar de forma temprana al diagnóstico y comenzar el tratamiento es obvio garantiza la pronta recuperación y un retorno al trabajo saludable. Un tratamiento adecuado es aquel que se posibilita en tiempo y forma idóneo. La accesibilidad temprana a las pruebas diagnósticas y al tratamiento es garantía de buena respuesta, mejora la recuperación y es beneficiosa para la reincorporación funcional al trabajo.
Programas específicos para los trastornos musculo esqueléticos TME11,12,13
Los programas específicos para los trastornos musculo esqueléticos TME han dado excelentes resultados, repercutiendo en la mejor y más rápida respuesta al tratamiento, un mejor abordaje clínico, un menor gasto sanitario y en prestaciones, y acortando los tiempos de baja y mejora de los indicadores de retorno al trabajo.
Programas específicos para patologías mentales11,12,14.
En cuanto a las patologías psiquiátricas los programas de atención temprana y específica, también referencian buenos resultados, aunque algunas carencias en el abordaje de los factores psicosociales para el retorno al trabajo tras incapacidad merecen una especial atención.
¿Existe correcta comunicación de la información entre entidades atencionales, gestión de la prestación y medicina del trabajo en la IT?
No, y es una queja compartida por médicos de atención primaria, inspecciones médicas, mutuas y la medicina del trabajo. Pues la información y la comunicación esta en compartimentos estancos y sometidos a distintas competencias en cuanto al uso y comunicación de la información médica. Conviene para la mejor gestión de la IT potenciar mecanismos de participación y comunicación para evitar desinformación y suspicacias.
IT porcentaje de bajas por tramos
Al abordar el absentismo por IT debe tenerse en cuenta las distintas estrategias, frente al mismo por tramos.

% de la IT por tramos de duración
El 60% de las bajas duran menos de 15 días. El 12,25% de las bajas duran entre 16 y 30 días. Así que el 72% durarán menos de un mes. El 11,56% de las bajas durará entre 31 y 60 días. Así que el 83,6% de las bajas durarán menos de dos meses.
Tan sólo el 5% durará más de 6 meses, pero estas bajas tienen un alto riesgo de convertirse en incapacidades permanentes, suponen una pérdida de calidad de vida y un gran riesgo de exclusión laboral. Pero en estas bajas son las que mayor perjuicio causan en las empresas, y sobre las que se evidencia un alto porcentaje de situaciones indebidas en torno al 31%.
¿Se puede prevenir la incapacidad, se puede prevenir el absentismo por incapacidad?
Prevención e incapacidad laboral11,12.
Prevención primaria: evitar que la incapacidad aparezca
- Diagnóstico precoz
- Vigilancia de la salud
- Promoción de la salud
- Atención al paciente crónico
- Atención a trabajadores seniors (>55 años)
Prevención secundaria: evitar que la incapacidad se prolongue
- Atención temprana
- Tratamiento en tiempo y forma adecuado
- Vigilar factores que prolonguen la baja, “banderas amarillas”15
- Abordar de forma precoz procesos con probable baja larga
- Atención a los factores psicosociales
Prevención terciaria: evitar que la incapacidad reaparezca
- Medidas organizacionales
- Control de factores de riesgo laboral
- Empresa y entorno laboral saludable
- Atención a trabajadores seniors (>55 años)
- Vigilancia salud ocupacional
- Políticas de retorno al trabajo tras incapacidad
- Motivación laboral
- Conciliación laboral y familiar
La prevención primaria consiste en evitar que la incapacidad se produzca, actúa sobre la incidencia y es pre-incapacidad, se consigue mediante acciones tempranas de promoción de la salud y la implementación de políticas de prevención de riesgos laborales, mejorando las condiciones de trabajo, efectuando un control de la siniestralidad laboral y del enfermar ocupacional o por el trabajo. La prevención primaria en materia de incapacidad laboral precisa conocer los factores de riesgo de incapacidad para actuar sobre ellos, es decir conocer las causas en origen de la incapacidad laboral: “porqué” procesos, con “qué” limitaciones, “tras qué” tipo de tratamientos, accesibilidad sanitaria, “a quien” afecta por edad, sexo, sector de actividad, ocupación tareas, riesgos laborales, condiciones de trabajo, apoyos en el entorno personal y del trabajo, situación laboral, factores económicos, sociales y poblacionales.
La prevención secundaria, consiste en evitar que la incapacidad se prolongue, actúa sobre la duración, en la incapacidad ya producida, forma parte de una gestión integral de la incapacidad y supone procurar la pronta recuperación de quién padece una incapacidad laboral para ello se precisa conocer los factores que alargan la incapacidad: gravedad del proceso; mala respuesta individual a los tratamientos; no acceso a la sanidad en tiempo y forma adecuada por listas de espera para pruebas diagnósticas, evolutivas o terapéuticas; factores psicosociales; las banderas amarillas en la incapacidad; existencia de riesgos psicosociales en el trabajo; falta de apoyo en el entorno personal; trabajo exigente para las limitaciones funcionales sobrevenidas; factores económicos; inadecuación de la incapacidad por ser una situación de “incapacidad refugio” para cubrir otras necesidades que no las derivadas de una enfermedad; y el componente voluntario o “riesgo moral” en el alargamiento de la incapacidad.
La prevención terciaria consiste en evitar que la incapacidad reaparezca, pretende la reintegración duradera al trabajo supone mantener al trabajador recuperado de la incapacidad laboral con un retorno saludable, es decir sin que el trabajo perjudique su salud o sea causa de recaída, que además sea un retorno prolongado y eficiente, es decir que permita desempeñar el trabajo adecuadamente. Por ello debemos conocer el retorno efectivo, disponer de datos de recaída en incapacidad o abandono del trabajo por causas de salud, así como el presentismo trabajando enfermo.
En materia de incapacidad laboral en seguridad social es preciso cambiar el paradigma de lo prestacional como objetivo único, por el añadido preventivo. La protección de la incapacidad laboral debe abarcar la protección económica mediante la prestación de incapacidad tanto temporal como permanente, pero lleva inmersa una protección preventiva, pues no en vano se supone que la declaración de incapacidad laboral es relación con los requerimientos de un trabajo, y en la declaración de no incapacidad laboral el concebir estamos ante una situación que permite el desarrollo de un trabajo, entendiendo se está capacitado para el mismo.
Conclusiones
- Estar de baja no supone siempre que se debiera estar de baja.
- Estar de baja no supone siempre que no se debiera estar de baja.
- Se debe combatir todo absentismo por IT fraudulento o inadecuado.
- Se debe prevenir todo absentismo por IT para evitar que la incapacidad aparezca se prorrogue o reaparezca.
- Es preciso considerar la incapacidad laboral desde la perspectiva del enfermar de la población laboral, es decir, con criterios de salud laboral, más allá de su consideración economicista, que finalmente victimiza al trabajador que la padece o al sistema sanitario que las contempla.
- Hay que actuar sobre los predictores de incapacidad o de retorno laboral fallido.
- No actuar tan solo sobre predictores de la capacidad laboral o pacientes “altables”.
- La sociedad debe adquirir conciencia de que el fraude o el abuso de la IT atenta contra la protección social pública.
- Toda baja en situación indebida es fraude.
- Las entidades implicadas en la IT servicio público, inspecciones médicas y mutuas deben comprometerse e implicarse en acciones conjuntas frente al fraude.
- Prevenir la incapacidad laboral reduce el absentismo y facilita el retorno laboral.
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15.- Vicente Pardo José Manuel, López-Guillén García Araceli. “Banderas Amarillas” en el alargamiento de la incapacidad laboral. Disponible en:
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16.- Vicente Pardo José Manuel, López-Guillén García Araceli. Los factores psicosociales como predictores pronósticos de difícil retorno laboral tras incapacidad. Medicina y Seguridad del Trabajo 2018 Mar; 64(250): 50-74. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2018000100050&lng=es.
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