Atrasos, nervios, conflictos y desencuentros entre laboratorios y organismos políticos: todo eso englobó a la vacunación contra el Covid-19. Pero finalmente, podemos decir que la vacunación comenzó a gran escala, con algunos países con mejores performances que otros (Como son los casos de Israel, Emiratos Árabes Unidos o Chile). Con un nuevo enfoque más optimista, se puede leer en muchas redes, blogs y noticieros sobre cómo se había logrado un desarrollo de corte record de lavacuna para batallar un virus de apenas un años de circulación (Un logro sin precedentes de la humanidad). Y también, existen muchas dudas sobre la convivencia futura que tengamos que tener con el virus: ¿Se irá para siempre?, ¿Nos tendremos que adaptar? o ¿Habrá alguna alternativa?
Camino a las vacunas.
Si bien el lanzamiento de la vacuna fue record y un orgullo para la humanidad, la investigación científica tras su desarrollo no era ninguna novedad. Esto lo podemos verificar estudiando el caso de los virólogos James Mclellan y Barney Graham. El primero trabaja en la Universidad de Texas de Estados Unidos, mientras que Graham se desempeña como subdirector del Centro de Investigación de Vacunas del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Estos dos científicos trabajaron mucho tiempo para aterrizar en lo que son hoy las vacunas del Covid-19. Su inició se destacó para encontrar una vacuna para el virus denominado VSR. Éste virus se centra en la llamada Proteína F, y al principio lucía complicado poder batallarlo. La razón era simple: la proteína se mantenía inestable, cambiaba de forma “Como un Transformer” (En palabras de Graham). Por lo tanto, tuvieron que analizar detalladamente la estructura de la proteína, mediante el uso de imágenes con Rayos X. Una vez hecho esto, y con técnicas de bioingeniería, lograron estabilizarla. Su aplicación en animales dio como resultado una importantísima estimulación del sistema inmunológico. Esto se tomó como un hecho revolucionario para la comunidad científica, ya que no solo era útil para combatir el VSR, sino para otras enfermedades.
Pero la hazaña no quedó aquí. Tiempo después, Graham y Mclellan estudiaron un tipo de Coronavirus muy específico: el HKU1. Utilizando otra técnica denominada crio-EM (Analizar proteínas congeladas sin cristalizarlas.) pudieron analizar su estructura. De nuevo, Mclellan trabajó la manera de estabilizar la estructura, pero lo hizo con las proteínas MERS y SARS (Familiares de la HKU1). Ésta estabilización fue denominada “Mutación 2p”, y es la que abrió el camino para tratar al virus Sars Covid-19. En asociación con Moderna, se llevó adelante el mismo análisis y técnica para trabajar sobre este virus. Con sus posteriores resultados en animales, la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU aprobó su testeo en humanos. Ésta base significó el puntapié de las vacunas que prometen terminar con ésta pesadilla nacida en Wuhan, ya que Astrazeneca, Novavax y Johnson & Johnson también basaron sus vacunas en ello. Graham y Mclellan son dos apellidos que pasarán a la historia.
¿Hacia dónde vamos?
Con el nuevo contexto de vacunación masiva que contiene al mundo, además de la ansiedad de algunos por recibir la tan ansiada vacuna, surge la duda: ¿Esto tiene un final definitivo?
Según la revista Science, la respuesta es clara: el virus llegó para quedarse. A priori puede resultar poco alentador, pero sostiene algo que puede levantar los ánimos: el virus en el futuro no será una amenaza mayor que un resfriado común. ¿Y cómo sería esto?
Jennie Levine de la Universidad Emory de Atlanta señala que todo dependerá de la relación entre la rapidez de la vacunación y de que el virus llegue a un estado endémico (Es decir, que afecte solamente en ocasiones puntuales.). Claro que, según las características del virus y como se desarrolle, pueden llevar unas buenas décadas hasta que el virus llegue a este estado más leve, por eso la importancia de vacunarse. La vacunación rápida podría ayudar a reducir este plazo.
Igualmente, Levine remarca también que la vacunación no va a impedir los contagios, pero sí los efectos de la enfermedad, lo que significa que el coronavirus seguirá circulando. En este sentido, Levine señala como sería el escenario futuro:
“…pasará a ser muy parecido al escenario del sarampión, en el que se vacuna todo el mundo, incluyendo a los niños, y realmente dejas de ver que el virus infecta a las personas.”
También se podría ejemplificar con el caso del coronavirus OC-43, que en 1890 mató a casi un millón de personas, pero que con el tiempo perdió pesó en la población mundial.
Conclusiones
La impaciencia y la ansiedad son dos caras de la misma moneda: el malestar que trajo la pandemia. Impaciencia, por querer ya estar inmunizados con la vacuna (Ya sea de Pfizer, Moderna, Novavax, etc.). Y ansiedad, en gran proporción motivada por el miedo a los posibles efectos que puedan generar las vacunas o de cómo será nuestro futuro en la “nueva normalidad”. Este año 2021 definitivamente va a ser un año bisagra en el desarrollo del virus, y más allá de cualquier circunstancia que pueda surgir con alguna vacuna en particular (Por ejemplo, los casos tras la aplicación de la Oxford), es importante priorizar la vacunación másiva, sobre todo en la gente de riesgo y personal sanitario. El futuro parece que nos presenta un panorama optimista. Ante todo, primero los datos.
Para más información, recomiendo consultar las siguientes fuentes:
“The Future of Coronavirus? An annoyins Childhood Infection” del New York Times y “Los doce años de investigación que condujeron a las primeras vacunas anti-COVID-19” en The National Geographic Society”.
Prevencionar se reserva el derecho de reproducir o ceder sus contenidos en otros medios, obligándose a citar fuente y autor. Queda expresamente prohibida la reproducción total o parcial de los mismos sin autorización expresa. Prevencionar no se hace responsable de las opiniones expresadas en los artículos y/o entrevistas. Si quieres participar en el apartado artículos y/o entrevistas mandamos un mail a: redaccion@prevencionar.com
Si eres un enamorado de la prevención de riesgos laborales y crees que tienes algo que contar al sector, no lo dudes en Prevencionar lo podrás hacer. Mándanos un mail a redaccion@prevencionar.com o info@prevencionar.com