
Emoción viene del latín emovere, que significa sacar hacia afuera o sacudir. ¿Has sentido alguna vez que las emociones te sacuden, como una coctelera? Normal, porque las emociones son una reacción a pensamientos o a conductas, y producen agitación en tu interior a nivel fisiológico y mental.
Así es como funciona: Un pensamiento sobre lo que estás viviendo, como por ejemplo: “esta persona es peligrosa”, produce cambios en tu cuerpo como sudor, calor, palpitaciones o un nudo en el estómago, y también produce cambios en tu conducta, como alejarse, llorar, reír, decir algo o callar.
Las emociones son parte de ti, no puedes evitarlas. Lo que necesitas es aprender a gestionarlas adecuadamente y desarrollar la inteligencia emocional necesaria que te permita vivir en paz y con mayor plenitud.
Y te preguntarás… ¿cómo las gestiono adecuadamente?
Te recomendamos que primero escuches la emoción y aprendas a identificarla. Después, te animamos a que no tengas miedo, y te lances a experimentarla, que te des permiso para sentirla. Una vez que la sientes puedes entender de donde viene y por qué ha aparecido. Aunque esto a veces no pasa. Seguro que alguna vez te has enfadado y no sabes muy bien por qué. Pues esto tiene su explicación. El 70% de lo que te ocurre viene del inconsciente frente solo al 30% que procede de lo consciente, por tanto, cuando no sepas por qué te has enfadado necesitarás ahondar más profundamente en ello para destapar lo que hay en ese inconsciente.
Una vez que has experimentado la emoción es importante que te permitas expresarla, sacarla hacia afuera, pero no de cualquier manera. Necesitas adaptar tu conducta a la situación que estás viviendo. Por ejemplo, no pegues un chillido porque se te haya caído un huevo. A todos se nos caen huevos de vez en cuando. Cuando esto pasa, se recogen y listo. En definitiva, que la expresión de la emoción sea proporcional al suceso ocurrido.
Al gestionar las emociones te darás cuenta de que cada emoción te informa sobre lo que está ocurriendo dentro y fuera de ti, y esa información te ayudan, entre otras muchas cosas, a conocer a los demás, a darte a conocer, a compartir, a comunicar, a ser consciente de tus necesidades, a conocerte a ti mismo y a cambiar.
En el próximo artículo te contaremos cómo funciona cada una de las emociones principales para que te sea más fácil gestionarlas.
¡Hasta el mes que viene!