
Según una investigación citada por el New York Times, un trabajador con dos monitores hace su trabajo en menos tiempo que en vez de uno solo. Trabajar con un ordenador nos obliga a ir abriendo muchas ventanas durante el día, y luego, tener que elegir entre ellas y acomodarlas es una labor adicional que quita tiempo y estresa. Dos pantallas permiten un flujo de trabajo mucho más fluido y ordenado. En una se puede tener un documento principal mientras que en la otra actividades secundarias como el correo electrónico o navegar por internet o una hoja de cálculo. De igual forma, dos pantallas hace más fácil comparar documentos y organizar tareas.
Para ello es imprescindible contar con un brazo de monitor ya que proporciona la posibilidad de ajustar la profundidad y asegurar una distancia de visualización óptima en todo momento. Son ideales para elevar la pantalla hasta a una altura ergonómicamente correcta y adecuada para trabajar.
AUMENTO DE LA PRODUCTIVIDAD
La correcta posición del monitor hace que el trabajo sea más confortable e incrementa la productividad un 10% en comparación con una incorrecta posición.