
Cuando se pregunta a los empresarios acerca de las motivaciones que les impulsan a adoptar medidas preventivas frente a los accidentes y enfermedades laborales, el primer lugar de la clasificación de las respuestas lo ocupa, invariablemente, el cumplimiento de la legislación y/o las posibles sanciones asociadas a su incumplimiento. Más atrás se sitúan otras razones, como las demandas de los trabajadores, la imagen de la empresa o las cuestiones económicas. Valga como ejemplo (hay muchos más) la siguiente tabla extraída del informe de la encuesta ESENER realizada por la Agencia Europea (ver ERG@nline nº 92) en 36.000 empresas mayores de diez trabajadores en los 27 países de la UE. El informe (150 páginas, 2010) está disponible en: https://osha.europa.eu/en/publications/reports/esener1_osh_management

Una de las razones para que el comportamiento de los empresarios en relación con la prevención sea escasamente proactivo se encuentra en el hecho de que la mayoría de las empresas son pequeñas, por lo que la frecuencia con la queocurren los accidentes en una empresa concreta suele ser tan baja que lo “normal” es que la producción de aquellos se atribuya a la mala suerte o a imprudencias o descuidos, y no a deficiencias preventivas que deberían ser corregidas.
Los detalladísimos datos recogidos en la II Encuesta Catalana de Condiciones de Trabajo (marzo 2013) aportan considerable luz al respecto. Como se ve en el siguiente gráfico, el 80% de las empresas no tuvo ningún accidente con
baja en el año anterior a la realización de la encuesta (2010), lo que hace que su experiencia directa sobre la siniestralidad sea nula; el 60% de las empresas de 11 a 50 trabajadores tampoco han registrado ningún accidente con baja en ese mismo período.

Imaginemos que para que un empresario se “conciencie” de la necesidad de adoptar medidas preventivas deba experimentar al menos cuatro accidentes al año. ¿A cuántos afectaría? La figura siguiente, obtenida de la misma fuente quela anterior, nos da la respuesta:

La conclusión es obvia: la proporción de empresarios con menos de cincuenta trabajadores (que son más del 90% del total) que podrían “concienciarse” a partir de su experiencia, es ínfima; en cambio, ello podría esperarse en las empresas
de más de 50 trabajadores. Ahora bien, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, en el año 2011 el 55% de los accidentes con baja ocurrieron en empresas de menos de 50 trabajadores (http://www.empleo.gob.es/estadisticas/eat/eat11/A1/a34_top_EXCEL.htm). Reducir de manera importante la siniestralidad exige pues desarrollar acciones que logren que las empresas de menos de cincuenta trabajadores implementen acciones preventivas eficaces.
Fuente: ERGAOnline