
“Apps” de asistencia a la conducción, una buena opción si se utilizan bien.
Mientras no supongan una distracción al volante y un riesgo, las aplicaciones móviles para conductores y pasajeros pueden resultar herramientas muy útiles en nuestra experiencia sobre el asfalto.
Primero fue el mapa de carreteras; después, el navegador, y ahora las aplicaciones móviles. Ellas han sido las últimas en asumir el rol de compañero de viajes. Las ‘apps’, siempre y cuando no sean una distracción para el conductor y un obstáculo para la seguridad vial, se prestan como recursos interesantes que pueden hacernos el trayecto más fácil al proporcionarnos información, formación y hasta diversión relacionada con la movilidad y la seguridad en carretera.
Aplicaciones relacionadas con el tráfico, la conducción o la educación vial hay muchas y para todas las edades. Desde conductores a viajeros del Grupo O, que divisan el trayecto desde la silla del coche, están llamados a ser su público objetivo. Así es que, bien ideadas, resultan provechosas para todos.
Las hay que informan del estado del tráfico en tiempo real, que nos avisan de atascos y proponen rutas alternativas. Otras nos avanzan cuáles son las gasolineras más próximas junto con el precio de los carburantes, conectan directamente con el servicio de emergencias o nos advierten si nos excedemos del límite de velocidad. También hay aplicaciones que permiten pagar el parquímetro,encontrar el coche en el aparcamiento -My Car Locator App es una de ellas- o ponen a prueba nuestros conocimientos en señales de tráfico. ‘Apps’ muy lúdicas dan a los niños sus primeras lecciones de educación vial.
¿Y quiénes están detrás de ellas? Desde la Dirección General de Tráfico hasta aseguradoras, fabricantes de coches, asociaciones de automovilistas o talleres están en constante desarrollo de aplicaciones móvil que mejoren o alimenten la experiencia de la conducción, la movilidad y la seguridad vial. Siempre y cuando, conviene subrayarlo, estas herramientas se utilicen de forma sensata y consultarlas no acabe por convertirse en un potencial peligro.
Manipulaciones con mensajes de voz, alarmas sonoras o activación y programación solo cuando el coche esté detenido son normas a cumplir por estas herramientas móviles. Medidas como estas evitan distracciones de quien va al volante y, por lo tanto, posibles accidentes de tráfico.
Cuando se trata del asfalto, entre las ‘apps’ más descargadas por los usuarios de smartphones están aquellas que ofrecen información del estado de la vía en tiempo real. Pensadas para salvar atascos y descongestionar embotellamientos, queda mucho por hacer para que realmente sean efectivas y no generen retenciones en otros puntos de las rutas alternativas. Sin embargo, ya son un recurso socorrido y en evolución.
- Una de las más populares es Waze, gratuita. Se trata de una comunidad de usuarios o red social, presente en la mayor parte de las ciudades de Europa, que comparte en cada momento datos geolocalizados de lo que se va encontrando en el camino: atascos, accidentes, controles policiales… Este último punto, no exento de polémica.
- DGT es la aplicación oficial de la Dirección General de Tráfico. También de descarga gratuita. Permite diseñar rutas personalizadas y muestra las incidencias con las que nos vamos a cruzar durante el trayecto. Esta app informa, además, de los tramos de carretera en obras, de la meteorología o el estado de los puertos, así como da acceso a las cámaras de la DGT. Asimismo emplea avisos sonoros y ofrece la posibilidad de contactar automáticamente con el teléfono de emergencias 112.
- Como Google Maps, otra ‘app’ muy utilizada es Michelin Navigation, de la conocida marca de neumáticos. De descarga gratuita, el conductor puede planificar así como calcular y recalcular el tiempo que le llevará su viaje atendiendo al estado de las vías por las que va a circular. Entre otros servicios, avisa por voz de la proximidad de atascos, le advierte si se excede del límite de velocidad fijado y le muestra otros ‘atajos’ posibles.
- Inrix Trafic, también gratis, se perfila como una aplicación aliada de cara a encontrar el camino más rápido para llegar a casa desde el trabajo. Así, advierte al conductor de cuál es el mejor momento para salir, cuáles son las previsiones de tráfico o losradares. Una información que aportan los propios usuarios en tiempo real, aunque se completa con información oficial de cada zona. Tiene una versión de pago más completa.
Otras ‘apps’, más allá de la movilidad
Al margen de estas aplicaciones, enfocadas a la movilidad, el escaparate es amplio. En el terreno de la seguridad vial hay apps que llegan a los más pequeños a través del juego. En los adultos, unas ponen a prueba sus conocimientos con entretenidas actividades y otras, como AXA Drive o Drive Smart, se dedican a analizar los hábitos de conducción. ¿Y cómo lo hacen? Atendiendo a las frenadas, las curvas, la velocidad… Al usuario le marca sus fallos y puntúa su conducción, mientras recopila información valiosa de cara a mejorar nuestras habilidades a la hora de ponernos al volante.
Informar de cuáles son las gasolineras más baratas, calcular cuánto nos vamos a gastar en combustible, dónde están los talleres u hospitales más próximos, dónde se encuentran los puntos de recarga para coches eléctricos o avisarnos de cuándo toca renovar el seguro o pasar la ITV son otros servicios que, también, gracias a los teléfonos inteligentes, ahora se vuelven más accesibles.
La comodidad y la rapidez son parte del sentido de las aplicaciones así es que las hay que además nos ‘dan lecciones’. Cómo poner las cadenas de la nieve, cambiar una rueda o rellenar un parte amistoso, entre ellas.
Sin duda, las ‘apps’, bien diseñadas y bien utilizadas, han pasado a ser un pasajero más aventajado y amistoso que los viejos mapas de carretera y navegadores. Y es que algunas de ellas también calculan la tasa de alcoholemia, en función de lo que se haya podido ingerir, o ayudan a asumir el comportamiento adecuado en un accidente de tráfico.