
El Juzgado de lo Social número 5 de Granada ha acogido este lunes el juicio por la demanda interpuesta por una violinista de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) a la que no se le reconoce como accidente laboral el “trauma sonoro” que sufrió el 8 de mayo de 2009 durante un ensayo, momento desde el cual “no ha podido volver a tocar el instrumento ni permanecer en espacios con ruido”.
Los hechos ocurrieron en el transcurso del ensayo general en el Palacio de Congresos de Granada donde el Coro se situaba detrás de la sección de violines donde se encontraba la trabajadora, de modo que “la partituras de los cantantes del coro estaban justo detrás de su cabeza”.
En la segunda parte del ensayo general, al cantar las sopranos del coro “tan cerca”, la violinista dijo sentir “un fuerte dolor en los oídos y no pudo seguir tocando”.
El informe de la Inspección de Trabajo de Granada considera que “este accidente de trabajo se produce en el marco de una empresa que no tenía constituido el Comité de Seguridad y Salud, no había realizado una evaluación de riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores y por tanto carecía de unas mediciones de ruido de coro y orquesta, previas al diseño de espacios en los que debía de estar el coro con respecto a la orquesta para que el sonido de las sopranos no dañara a los músicos situados en la última fila, como fue el caso de esta violinista”.
En el juicio, los servicios jurídicos han aportado los documentos que a su entender “prueban que el accidente se produjo en tiempo y lugar de trabajo, mediante documentos firmados por los compañeros testigos en el momento del accidente, entre los que se encuentra la compañera de atril que tuvo que inclinarse hacia delante rápidamente ante el impacto de la voz de la soprano y que ratifica las circunstancias que produjeron el accidente”.
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