Rafael Ruiz Calatrava nos da su opinión sobre los 20 años de Ley de Prevención de Riesgos Laborales
Se han cumplido 20 años desde la promulgación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y aunque hemos cumplido muchos de los logros, aún nos queda trabajo por hacer.
Si vemos las estadísticas en el año 1995, fecha de aprobación de la Ley, el número de accidentes con baja declarados en jornada por cada 100.000 trabajadores (índice de incidencia) fue de 6,06%. Desde ese año ese índice sufrió un aumento paulatino, alcanzando un índice máximo de 7,558 el año 2000. Desde entonces sufrió una disminución hasta el año 2013, drástica a partir del año 2008.
El año 2013 el índice de incidencia bajó hasta el 2,869. Del año 2000 al 2007 el índice disminuyó un 23 %, y del 2007 al 2013 un 96 %. En 2014 este índice de incidencia se mantuvo prácticamente estable, con tendencia al aumento (de diciembre a noviembre, el índice del 2014 aumentó respecto al de 2013 un ligero 2,6%).
Además del descenso de la siniestralidad que ha conllevado, también ha supuesto la creación de un cuerpo normativo que nos homologa con la normativa europea y que ha supuesto indudables avances en todos los campos de la seguridad y salud laboral, y que para los que tenemos la perspectiva de las posibilidades de actuación con la anterior Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, ha supuesto un salto de gigante en la evolución preventiva.
En 2015 ¿cómo estamos? En estos momentos experimentamos de nuevo un aumento de la siniestralidad, por primera vez desde comienzos de la crisis. De enero a junio, según los últimos datos de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), el número de accidentes con baja ha ascendido hasta 254.197, un 6´59% más que el mismo periodo del año anterior.
Rafael Ruiz Calatrava, Director de Programas y Proyectos Corporativos de UMIVALE
Ante estos nuevos datos, y coincidiendo con esta cifra tan significativa, tiene que servirnos como punto de inflexión para consolidar lo alcanzado: normativa, estrategias (que han servido para que mediante la negociación tripartita se establezcan pautas comunes de actuación en todo el Estado Español), niveles de seguridad, de prevención, de vigilancia de la salud, etc, y también ha de servirnos para reorientar la prevención hacia los cambios conductuales y la cultura preventiva.
Cómo he vivido la implantación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales
Mi vivencia de la implantación de la LPRL ha sido muy intensa, por aquella época dirigía el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de Caja Postal de Ahorros, que era un Organismo de la Administración, y la implantación de la norma fue un auténtico revulsivo en la organización que cambio la forma de actuar de muchos departamentos Inmuebles, Servicios Generales, Personal, Relaciones Laborales, etc.), se pasó de una “maría”, a una verdadera asignatura para la Direccion de la CPA, que desde el primer momento asumió la implantación de la nueva Ley desde su Gabinete de Relaciones Laborales que era donde estaba incardinada la estructura preventiva, que luego se desarrolló con la publicación del Real Decreto sobre los Servicios de Prevención.
Por tanto mi vivencia personal ha sido particularmente intensa en este campo al participar no solo en la implantación en la Empresa, sino también en distintos grupos de trabajo de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, de Confederación Empresarial de Madrid, Universidad, etc., una vivencia que se traduce en veinte años de dedicación exclusiva en todas sus vertientes, trabajo de campo en el área técnica, dirección, negociación colectiva, docencia, divulgación, etc.
Actualmente vivo una etapa profesional que se desarrolla en la Mutua umivale, donde estoy pudiendo realizar trabajos de I+d+i que completan, felizmente para mí, toda una vida dedicada a esta maravillosa profesión.
Qué ha supuesto para mi vida profesional
Mi vida profesional cambió totalmente. Pasó de ser una ocupación a tiempo parcial, a ser una ocupación plena que requirió la realización de los Cursos Superiores en la Universidad, y la posibilidad de desarrollo profesional y personal, terminando con la realización del Doctorado y la docencia en distintas Universidades y Organismos (Univ. De Sevilla y Oviedo, San Pablo CEU, Salvamento Marítimo Español en el Centro Jovellanos, los Colegios de Graduados Sociales de Córdoba, Sevilla, etc.,).
Y que retos tienes para el futuro, o crees que debe de tener el mundo de la prevención
Creo personalmente que tenemos que llevar un nuevo enfoque a la prevención, actuando sobre la cultura preventiva, como elemento decisivo para provocar el cambio de conductas de las personas en la prevención.
Creo que debemos evolucionar hacia un sistema en el que la prevención sea un concepto asumido y practicado por la persona y la organización sin necesidad de tutelas externas.
Hoy en día podemos observar que si existe una vigilancia de la Administración se extreman las medidas preventivas por parte de las empresas; y que sin está vigilancia, relajan las medidas preventivas. En mi opinión esto se debe a que todavía no hemos interiorizado en las organizaciones, ni las personas, la verdadera cultura preventiva.
Quizás sea esta la causa por la que en el momento en que ha repuntado la economía han repuntado también los Índices de Accidente de Trabajo y Absentismo.
Cuando seamos capaces de modificar la conducta de las personas y las organizaciones liderando el cambio cultural en la empresa habremos logrado alcanzar el nivel mínimo preventivo deseable.