Hace un tiempo, leí un artículo que comentaba una frase muy acertada sobre nuestros días, en donde la tecnología avanza a pasos agigantados:
“Prefiero pensar que estamos inmersos ya. Que lo hemos iniciado. Que formamos parte de la era del cambio.”
La frase ataca esa idea de que vivimos “al borde” de una revolución tecnológica ya que, más bien, la estamos viviendo. Todos los días nos encontramos con nuevas innovaciones que van dejando atrás a las anteriores, haciéndolas ver obsoletas y dejando un manto de duda de hasta dónde podremos llegar. De esto no se salva el mundo del trabajo, y es por eso que nos topamos con algo que continúa revolucionándolo: La Inteligencia Artificial. Si bien resulta complejo definir a este fenómeno (Por las numerosas definiciones que existen), los académicos que de la Universidad de Dartmouth (Estados Unidos) que crearon ésta tecnología en 1956 lo definen como:
“…hacer que una máquina se comporte de una manera que se llamaría inteligente si un humano se comportara así.”
Podríamos concluir que, lo que engloba a éste fenómeno radica en la capacidad de analizar el escenario de acción y realizar tareas para alcanzar un cierto objetivo con cierto nivel de autonomía, todo esto elaborado por una máquina. Es una herramienta que se emplea ampliamente como vía para una mayor producción: se espera que países como China o Estados Unidos aceleren su crecimiento económico para 2030 utilizando ésta tecnología (26% y 14%, para ser más preciso). A nivel global, existen dos tipos de IA aplicables: aquella que posee un marco de acción para resolver problemas, pero que no tiene rastros de conciencia (IA Débil) y aquella que posee niveles de comportamiento equiparables o superadores a los de un ser humano (IA Fuerte).
Aplicaciones de la IA
Según la clasificación que predispone la Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo, las aplicaciones de IA pueden dividirse en las siguientes categorías:
- Recursos Humanos: Se estima que el 40% de las grandes compañías internacionales aplican este tipo de tecnología. Con una aplicación de recursos de Big Data (Del cual probablemente se tendría que hablar como tema aparte), y coordinado con ecuaciones algorítmicas, existen programas que se encargan de formular preguntas de acuerdo a distintas predicciones que el software realice. Una razón para su aplicación aduce a la posible discriminación por parte del entrevistador. Sucede que existen evidencias de que el entrevistador suele tener ciertas inclinaciones, sobre todo si el entrevistado tiene una edad, rasgo étnico o una orientación sexual similares.
- Cobots: Si no los reconoce, los puede pensar como brazos mecánicos que intervienen en la instalación de partes en el rubro automotriz, mientras se fabrican los autos. Cada vez avanzan con más y más tareas, ocupando ciertos puestos que en principio, pondrían en grave peligro la salud de los operarios. La nueva función que se le da a los operarios es la de complementación de estos Cobots, realizando tareas a la par de ésta máquina.
- Chatbots: Estos ya pueden resultarle más cercanos al lector. Son softwares que se encargan de responder consultas básicas y usuales a clientes de un determinado servicio. Esto ayuda a reducir cualquier intervención humana en éste nivel, buscando (En principio) aislar a los trabajadores de los riesgos psicosociales que distinguen al sector de servicios (Generalmente, por malos tratos a los empleados de parte de la clientela).
- Dispositivos Utilizables: Son muy populares en puestos de trabajo con un determinado método de trabajo. Se basan en pequeñas tareas que se realizan en un determinado período de tiempo, donde se plantea el uso de estos dispositivos que brindan un rastreo en tiempo real del trabajo.
- Plataformas de Gig Work: Son aquellos puestos de trabajo que se desarrollan trabajando a través de una app (Como Uber o Glovo). Principalmente se aplica ésta tecnología para la recopilación de información que se genera entre el cliente y el trabajador, cuando se califican servicios y conformando puntajes por el servicio brindado. Incluso plataformas como DiDi aplican software de reconocimiento facial para asegurarse de que los trabajadores confirmen si identidad antes de operar bajo la aplicación.
Estos son algunos que menciona de manera más puntual dicho organismo, porque aplicaciones son varias más, según el caso que se analice.
Un ejemplo de esto se ve reflejado en dos artículos en Infobae y en El País, en donde la IA se utiliza como medio de monitoreo en busca de prevenir accidentes en un escenario determinado, con la función de enviar alarmas cuando sea necesario. Inclusive existen aplicaciones para trabajar como apoyo para gente discapacitada.
¿Cómo afecta la IA al trabajador?
Cuando se incursiona en este tipo de análisis, uno puede llegar a preguntarse hasta qué punto el trabajador puede verse afectado.
En primera instancia, un problema de correcta adecuación para trabajar con ésta tecnología. Muchos trabajadores desconocen y deben capacitarse para supervisar o participar de las tareas en la que la IA se encuentra involucrada. Además, el hecho de no conocer la tecnología implica exponerse a riesgos por no saber que recaudos tomar ante fallas internas de la máquina.
Pero los riesgos más destacados cuando hablamos de estos temas, son los de tipo psicosocial. Existen distintos factores que varían: Por ejemplo, la competencia máquina vs trabajador. El trabajador pueden encontrarse en una situación donde, no sólo debe trabajar con un nivel de productividad que acompañe al rendimiento de la máquina en cuestión, sino que debe basar todas sus tareas de acuerdo a datos y número que ésta procesa. Por lo tanto se reduce su imagen en el puesto de trabajo (Imagínense si además no son preparados para entender con lo que están trabajando).
En las aplicaciones de tipo Gig Work, muchos sufren las consecuencias de medidas informales de trabajo como falta de vacaciones, posibilidad de unirse a un sindicato o la cobertura médica por días de enfermo. Sumado a esto, este tipo de trabajo genera niveles de estrés y ansiedad en los trabajadores, ante la dinámica de calificaciones que los usuarios realizan por el servicio, dando lugar a ciertas inclinaciones de los clientes.
Por otro lado, el manejo de la información que se toma del trabajador es otro punto para analizar. La presión por analizar las métricas de cómo trabaja cada empleado, su productividad y gestión, puede radicar en factores como competencia, presión, individualización y distanciamiento social entre los empleados. Esto favorece a retroalimentar todos estos factores psicosociales constantemente, generando un ambiente de trabajo inconfortable para los empleados.
Conclusiones
La tecnología resulta compleja, sobre todo por su nivel de actualización. Nos ha facilitado muchos las cosas en distintos aspectos de la vida, como complicado en otras. Pero que esto no se tome por el lado pesimista. Cada vez con más las herramientas disponibles para aplicar con objetivos prevencionistas, con mayores rangos de precisión y grandes expectativas de innovación. Creo que nos dirigimos riesgos laborales. Eso sí, nunca se debe perder de vista todas las implicaciones que puedan recaer en el ámbito de trabajo con la introducción de éstas tecnologías (Como los factores psicosociales que acabamos de repasar). Ante todo, primero los datos.
Para más información, recomiendo consultar las siguientes fuentes:
“Impacto of Artificial Intelligence on Occupational Safety and Health” y “OSH ande the future of work: Benefits and risks of Artificial Intelligence tolos in workplaces” de la Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo”.
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